El rol del docente en el Modelo Pedagógico Flipped Classroom.
Si le tengo que dar la vuelta a la clase, ¿mi rol como docente también se da la vuelta? Puede parecer algo paradigmático, pero no lo es. Gracias al Modelo Pedagógico Flipped Classroom, podemos hacer rendir más el tiempo del aula y que sea un tiempo de calidad.
Para ello y necesariamente, tenemos que bajarnos de la tarima, dejar de transmitir durante 40 minutos conocimientos y convertirnos en facilitadores del aprendizaje, no es fácil pero te digo que es necesario para dar a cada alumno lo que necesita.
Entre las competencias del docente como guía del aprendizaje está:
–Detectar el potencial de los alumnos tanto en las diferentes áreas curriculares como las habilidades que tiene a la hora de trabajar y relacionarse con los demás.
-El maestro es un generador del trabajo en equipo, quien les enseña a trabajar de una manera sistemática y eficaz a través de los roles y técnicas del Aprendizaje Cooperativo.
-Mientras monitoriza los equipos trata de que los alumnos aprendan por descubrimiento y pasito a pasito para que se afiancen sus aprendizajes y sean significativos. Somos como el GPS «redireccionamos siempre que sea necesario» pero lo importante es que lleguen al destino que queremos, cada uno es posible que llegue por una carretera distinta.
Con está manera de trabajar fomentamos la motivación tanto extrínseca como intrínseca, sobre todo la segunda que les ayuda a hacer las cosas por ellos mismos. Aquí el docente se puede ayudar del Aprendizaje Basado en el Pensamiento, ya que con las rutinas y destrezas de pensamiento conseguimos que el alumno aprenda más y mejor, ya que aprende de una manera eficaz. Con esto estamos consiguiendo un alumno autónomo y reflexivo, capaz de liderar su propia vida. Enseñar y aprender a pensar creo que es una tarea pendiente del sistema educativo y es algo que los docentes tenemos que retomar. Cuando a un alumno le lanzas preguntas inteligentes, le das pistas, le estás retando…el alumno está motivado, con curiosidad, con ganas de saber más, a la vez cuando te responde y le vas acompañando, le reafirmas y generas seguridad y aumenta su autoestima, algo que tantas veces necesita. Es muy importante hacer una auto-observación de cómo preguntamos a los alumnos, en qué manera nos dirigimos. El antiguo método socrático es una herramienta muy buena.
Este Modelo Pedagógico nos ahorra explicaciones inútiles y de poco valor, ya que los aprendizajes de orden inferior los pueden adquirir ellos sólos en casa a través de vídeos, infografías, presentaciones, juegos, etc. Y nos permite que saquemos partido a nuestras clases, hagamos rendir mejor los tiempos y conseguir poner en práctica aprendizajes de orden superior.
Os animo a «quitaros de en medio» y a seguir esta serie de orientaciones ya que cuando trabajan en equipo, dialogan, se cuestionan el trabajo, toman decisiones, resuelven problemas y en la forma de trabajar se produce un andamiaje muy importante y la distancia sociocognitiva que hay de un niño a otro niño es mucho menor que la que hay de un adulto a un niño, ¡démosles la oportunidad de aprender de la manera en que lo necesitan adaptándonos a la sociedad en que vivimos y a la manera en que ellos necesitan aprender!
Menchu Garralón Blas
El eje central del proceso de educación tradicionalmente hablando era el docente, esto debe cambiar; el docente debe convertirse en un orientador, un facilitador, un generador de ambientes colaborativos, y cuando esto se presenta ningún modelo puede fracasar cuando es correctamente llevado. El estudiante que sabe y enseña a otro refuerza sus conocimientos y habilidades y algo muy importante en nuestros días, se generan espacios de comunicación persona a persona trabajando el aspecto socio-afectivo.