Ha pasado algo más de una semana. Tiempo que he dejado correr para que, independientemente de las emociones, pueda reflexionar y llegar a conclusiones sobre el curso de la UIMP, “Flipedd Classroom, vuelve tu clase al revés” desarrollado en Valencia del 13 al 17 de julio y que tuve el honor de dirigir. No voy a intentar resumir el curso. Sería muy laborioso y podría cansar al lector por la cantidad de recursos vistos y trabajados, por actividades desarrolladas y por las experiencias vistas y vividas. Y porque ya lo han hecho algunos de los participantes. Antonio Calvillo en su blog, Domingo Chica en su blog y en la página The flipped classroom, Ana Basterra, también en su blog y próximamente saldrá un post en el blog del INTEF. Además, podemos ver vídeos que resumen el curso en el canal de Youtube
Quiero sólo reflexionar sobre todo el proceso del curso: el antes, el durante y el después (poco todavía, pero muy, muy prometedor) para llegar a algunas conclusiones muy interesantes.
El “antes” del curso (los preparativos) ha sido, simplemente, genial. La demostración palpable de las nuevas forma de trabajo y coordinación docente. En red, compartiendo, colaborando, aportando cada uno su grano de arena para llegar al objetivo común. La coordinación mediante documentos compartidos de Google Drive, del grupo de correo, de algunas, muy pocas, llamadas telefónicas e incluso de un grupo de WahtsApp, ha sido fantástica y ha provocado que durante el curso se haya tenido la sensación de buena organización y buena coordinación a pesar de que sólo nos hemos visto cuando hemos ido llegando a Valencia desde Murcia, Barcelona, Málaga, Bilbao, Madrid, Mérida, Cádiz, etc. En definitiva, inteligencia colectiva docente al servicio de la innovación y la formación docente. Un gustazo. Una experiencia, que como director y organizador del curso es difícil de olvidar y que espero que se repita.
El desarrollo del curso, el “durante”, ha sido todavía mejor. Posiblemente, como respuesta a un proceso previo que hemos descrito antes. También por la calidad, cercanía e interés del grupo de ponentes de los que como dije durante el curso los podrá haberlos iguales, pero no mejores. Pero, sobre todo, por el profesorado asistente al curso. Hemos tenido mucha suerte. Hemos sido, como también dije, unos privilegiados. Los asistentes por contar con ponentes de gran categoría y los ponentes, sobre todo, por encontrarnos con “alumnos” ilusionados, con ganas de aprender, de innovar, de cambiar las dinámicas de sus aulas. De darle la vuelta. Profesores que están en las redes (o que no les tienen miedo), que utilizan y manejan las TIC sin problemas (o que no les tienen miedo), que han experimentado metodologías activas (o que no les tienen miedo) y nuevas formas de evaluación (o que no les tienen miedo). Un grupo maravilloso, que han conectado rápidamente entre ellos y con nosotros. Sin duda, porque hablamos el mismo idioma y tenemos la misma preocupación y el mismo objetivo: la necesidad de cambio de paradigma educativo.
Y el “después”. Que se termine el curso pidiendo más. Que se termine el curso diciendo que ha sabido a poco, a pesar de todo lo que se ha hecho y aprendido. Que se termine el curso con quejas por no poder haber asistido a todos los talleres. Es, simplemente, impresionante y significativo. Por eso, vamos a seguir, estamos siguiendo. Hemos creado un blog, un canal de vídeo, seguimos en el grupo de WahtsApps, hemos quedado en utilizar en Twitter la etiqueta #flippedUIMP15, en utilizar también la sección de UIMP_Valencia de la comunidad de Google+, flippedEABE y tenemos (porque así lo demandaron los participantes para llegar a sus centros en septiembre haciendo “propaganda” del flipped classroom y de las nuevas metodologías activas) incluso una tienda de camisetas flipadas o flipantes, por si alguien también se anima.
Un curso maravilloso, emocionate, ilusionante. Un gran curso.
Quedan las conclusiones, pero no os canso más. Habrá una segunda entrega.
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