El último post de Jon Bergman nos acerca a una forma sencilla de involucrar a los alumnos en clase. Una de las trabas que nos encontramos en ocasiones es la seguridad del visionado del vídeo, más fácil de controlar en unas edades que en otras.
Recuerdo que una de las preguntas que se hicieron en las sesiones de formación del pasado mes de agosto era sobre el modelo en primaria; Jon comentaba que si hay más dificultad en conseguir que se vean los vídeos en casa, podemos hacerlo en clase ya sea por turnos con algunos ordenadores y hacer todas actividades con el resto de los alumnos o en momentos diferentes pero en el colegio. En mi caso esto es habitual, no es raro que en primaria no se tenga un dispositivo que poder utilizar en cualquier momento. Me ha gustado cómo Jon explica la forma en que un profesor comienza la clase preguntando a los estudiantes qué es lo que han aprendido del vídeo y cómo varios salen a explicar al resto de sus compañeros, generando momentos de aprendizaje, refuerzo o profundización. Esta forma de empezar da mucha información al profesor, además de mejorar las habilidades relacionadas con la expresión oral. Y luego a las actividades más centradas en cada uno de los estudiantes, ya sea de forma individual o por grupos. Si además tratamos a dar protagonismo a distintos alumnos cada vez (todos sabemos cómo generar momentos interesantes para fortalecer autoestima o ayudar a superar timidez que mejoren el clima de clase) y les premiamos con un sello o sticker, seguro que conseguimos más voluntarios la siguiente sesión.
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