Uno de los objetivos de la asignatura de Lengua y literatura es que los alumnos desarrollen estrategias para hablar correctamente en público. Hacemos múltiples trabajos de expresión escrita, pero cuando se trata de expresarse oralmente no somos tan sistemáticos, ya sea porque nos ocupa una gran parte del tiempo del que disponemos en el aula, ya sea porque puede resultar un tanto tedioso para el resto de los compañeros.

Me presento en un minuto

Durante el primer trimestre suelo realizar una actividad de expresión oral en la que los alumnos se presentan al resto de la clase. La tomé del libro de César Bona en el que cuenta como les pide a sus alumnos que hablen durante un minuto sobre si mismos al resto de la clase. Para prepararse su exposición, les cuenta que imaginen que el minuto es una pizza que deben dividir en cuatro trozos iguales. De modo que en lugar de hablar un minuto deben hacerlo solo durante 15 segundos cada vez. Así, al dividir la tarea en otras subtareas, los alumnos se enfrentan a ella con una actitud más favorable.

Divido las cuatro partes del minuto en cuatro temas distintos, todos referentes a ellos; su familia, su infancia, sus aficiones y qué esperan de su futuro. Junto a su exposición oral preparan una pequeña presentación en diapositivas que van ilustrando su mensaje.

Flippeando las presentaciones

Este año las primeras presentaciones las han realizado en vídeo. Hemos utilizado el programa Animoto para ello. El hecho de prepararlas previamente con dicho programa les ha permitido ajustar mejor los tiempos y ser más efectivos a la hora de sintetizar la información y relacionarla de forma efectiva con las imágenes. La planificación que debieron realizar para este primer trabajo les ayudó de forma significativa en las siguientes.

Este primer paso ha mejorado sus presentaciones orales posteriores; sobre su personaje favorito, su película preferida etc. que hemos seguido realizando durante el curso. Fundamentalmente porque al enviar los trabajos en vídeo, hemos podido visionarlos varias veces y realizar una mejor evaluación y feedback a los alumnos. Ellos han podido verse a si mismo y entender qué es lo que podían mejorar. Además pude escoger el momento idóneo de presentar los vídeos al resto de la clase, puesto que el trabajo ya estaba realizado.

Esta ha sido la forma de «flipear» sus primeros trabajos de expresión oral, incorporando además la destreza digital en ellos.

Espero que os haya servido de inspiración.