Los primeros días de septiembre los considero la pretemporada.

Al igual que los deportistas, que al volver de las vacaciones, antes de iniciar la competición, no se ponen de golpe a entrenar a tope sino que empiezan de forma progresiva. Entiendo que para nosotros, profesores, la liga regular, la competición “de verdad”, comienza el día que nos ponemos delante de los alumnos. Así, los primeros días de septiembre nos deben servir para llegar al primer día de clase en forma y con el plan de la temporada muy claro.

En estas semanas son un momento ideal para dedicar tiempo a formación, y así lo entienden muchos equipos directivos, que organizan cursos y sesiones de todo tipo. Pero si no tienes esa suerte, puede que estén más llenas de trabajo burocrático que de otra cosa, no dejes pasar los días sin hacer la preparación debida.

Para mí el aspecto más importante de la preparación es la reflexión personal, y a eso quiero dedicar la pretemporada.

Con muchos años ya de docencia, la parte más importante de esa reflexión antes de empezar el curso, por delante de los aspecto técnicos o metodológicos, es renovar la motivación, las ganas de llegar a aula con las pilas puestas, recordar que soy educador no solo profesor de un área concreta y que el trato con los alumnos es parte fundamental. Saber que el modo en que recibas a tus alumnos al entrar en la clase y como despidas a esos que remolonean antes de salir, dirá mucho del tipo de profesor que eres. Quizás tanto como algunos aspectos técnicos.

Si estoy bien mentalizado de esto, puedo pasar mejor a lo metodológico. A pensar con calma en el planteamiento que puedo dar al curso y a cada una de las asignaturas.

Esta reflexión metodológica debería tener varias partes, por un lado, claro, el análisis de los resultados del curso anterior, que fue bien y que se puede mejorar. Y , por otro, sería fundamental que esa reflexión tenga más voces que la tuya. Poder analizar esos aspectos con otros compañeros. El análisis dentro del departamento, del claustro o en las redes en las que estés activo, ayudará a que la visión sea mucho más enriquecedora y permitirá evolucionar mucho más. No me olvido de otras voces a las que habría que atender, la opinión de tus alumnos del pasado curso. Por eso es importante al final de curso preguntar de forma sistemática, con formularios o rúbricas, que, ahora, sería el momento de releer  para extraer de ellas oportunidades de mejora.

En esa fase estoy en la semana en que empiezan las clases, con la idea, en lo metodológico, de seguir profundizando en el modelo Flipp. Valoro especialmente que en los últimos años, entre otras cosas, el modelo Flipp me ha dado la oportunidad de seguir personalmente en clase a los alumnos de un modo mucho más cercano.

Para terminar, y por cerrar el símil deportivo, si para nosotros el inicio de septiembre es la pretemporada, para muchos alumnos, al menos en Asturias, mi comunidad, fueron los “play off” de descenso (exámenes de septiembre en ESO y 1º de Bachillerato). Espero que pronto alguien sea capaz de cambiar este sistema absurdo. En septiembre esperamos que un alumno consiga por si solo lo que durante el curso, con clases diarias y la ayuda de su profesor, no logró hacer. Parece poco probable que lo consiga.

Buen curso a todos.