Del Flipped Classroom al Flipped Learning: una experiencia en Educación Primaria valorada por el docente, el alumnado y las familias

Vicente Rico Domínguez 

 

Presentación de la experiencia: https://youtu.be/rqOdUllIBfU

Centro educativo: CEIP «Donoso Cortés» (Valle de la Serena). Situado en el suroeste de la provincia de Badajoz.

Nivel: 4º y 5º de Educación Primaria (grupo homogéneo dentro de la diversidad, aún así, contábamos con un alumno diagnóstico con TDAH y un repetidor, ambos en 4º E.P).

Grupo de alumnos: 19 alumnos (10 de 4º y 9 de 5º)

Materias: Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

Duración: del 27/09/16 al 22/03/17.

Competencias mejoradas: mejoras abismales en todas y cada una de las Competencias Clave (incluyendo todas las habilidades, destrezas y conocimientos que implícitamente conllevan). No obstante, si tuviésemos que destacar el progreso en algunas de ellas, sería interesante destacar los avances logrados en las siguientes:

  • Competencia Digital
  • Aprender a Aprender
  • Competencia en Comunicación Lingüística.

Recursos: 13 tablets, libros de texto (Anaya y SM), buena conexión a internet, PDI, cuentas de Google con dominio educativo y material diverso (cartulinas, cuadernos, goma eva, plastilina…).

Resumen de la experiencia

La experiencia que vamos a describir a continuación, subyace bajo un paradigma educativo fuertemente instaurado en la ideología pedagógica del maestro impulsor de la misma, el cual no concibe la educación actual de una manera diferente al Flipped Learning (en adelante, FL).

Por tanto, la presente experiencia, llevada a cabo durante el curso escolar 2016/2017, no se trata de una experiencia aislada o definida temporalmente en sesiones o unidades puntuales. Si no más bien, consiste en una experiencia educativa cuyo único y fundamental andamiaje metodológico ha sido el modelo FL. Es decir, todas y cada una de las situaciones educativas han pivotado, o mejor dicho, se han proyecto en el aula por medio del FL.

En definitiva, y para terminar con está introductoria contextualización metodológica, podemos definir nuestra experiencia de la siguiente manera: «El FL ha sido nuestro promotor educativo, el aliado de nuestro proceso, sin el cual nada (o casi nada) de lo que hemos conseguido hubiera sido posible.»

Además, desde el comienzo ha calado y ha sido compartido como modelo educativo por docente, alumnado y familias.

Pasemos a describir la experiencia en si, que considero tiene mucho decir. Para una mejor comprensión de la misma, vamos a estructurarla en tres fases: una inicial (de concienciación o gancho), otra de Flipped Classroom y la final de Flipped Learning. En cada una de ellas describiremos de forma general las acciones educativas llevadas a cabo fuera y dentro del aula, así como sus objetivos y principios fundamentales.

– 1. Fase de concienciación o gancho

El objetivo fundamental de esta fase fue el de demostrar al alumnado y las familias el potencial del modelo pedagógico FL[1], pues como señalaba anteriormente para el maestro no cabía otra posibilidad (considero que se trata de un modelo totalmente flexible que se puede implementar con múltiples variantes, como veremos más adelante, por lo que no había ningún motivo para no adoptarlo) y era consciente de que si no provocaba un cambio de paradigma en ellos no sería posible su implementación efectiva.

No obstante, si quisiera destacar que no se les presento de una forma teórica, sino que desde el primer día de clase, promoviendo el debate y la reflexión, llegamos a la conclusión, tanto con el alumnado como con las familias, de que era la mejor manera de aprender, y no solo eso, sino a nuestro juicio, la única recomendable en la sociedad actual. Para ello, nos centramos en aspectos que considero fundamentales al iniciar una experiencia de innovación educativa, como son: replanteamiento de la educación en la era de la información y la comunicación, roles actuales de alumnado y profesorado, importancia de la motivación, la sensibilización grupal, la inteligencia emocional, la toma de consciencia del aprendizaje significativo y funcional… Así como la preparación en aspectos digitales básicos que vaticinábamos fundamentales para lograr un funcionamiento exitoso del modelo FL: creación de una cuenta de correo electrónico Gmail e iniciación en sus herramientas básicas (principalmente en las herramientas de Google Drive)[2], creación de entornos virtuales de aprendizaje (Blog de clase, aulas virtuales en: Google Classroom, Class Dojo y Edpuzzle), familiarización con aplicaciones educativas digitales (Kahoot, Popplet, Plickers…).

Durante toda esta fase, los alumnos en el hogar visionaban cortometrajes (para favorecer la adquisición de valores) y videotutoriales para adquirir los contenidos digitales básicos mencionados anteriormente. Mientras que el tiempo de clase lo dedicábamos a reflexionar y plasmar sus razonamientos en productos, principalmente digitales, y ocasionalmente al visionado de vídeos y las pautas para hacerlo de forma idónea.

Una vez que percibimos una predisposición adecuada para adentrarnos en el FL, tanto por parte del alumnado como de los familias, que fue aproximadamente a las tres semanas de comenzar la experiencia, dimos por finalizada esta fase, aunque en sí misma no ha finalizado aún, pues ha recorrido de forma transversal el resto de períodos.

– 2. Fase de Flipped Classroom

En esta segunda fase, y adentrándonos en el discutible terreno curricular de la Educación Primaria, nos propusimos la adquisición de conocimientos mediante el modelo Flipped Classroom, pero sí, teniendo demasiado en cuenta los contenidos curricularmente establecidos por la legislación educativa vigente. Lo cual creo que nos obstaculizó, privándonos alcanzar el Flipped Learning.

Durante esta etapa, en el hogar, el alumnado que ya contaba con las habilidades necesarias para acceder a los recursos multimedia, visionaba e interactuaba con el material correspondiente (principalmente vídeos) referido al contenido programado para ese momento del curso. Los vídeos procedían fundamentalmente de Youtube, Vimeo, Khan Academy…y en algunas ocasiones eran creados por el propio profesor. En cualquier caso, este importante proceso (de extracción de la teoría fuera del aula) fue llevado a la práctica de dos formas distintas, en función de las características psicoevolutivas, personales y familiares del alumnado:

– Por un lado, el alumnado de 5 º de Educación Primaria (que disponía de ordenadores personales y una mayor predisposición en el manejo de comunidades virtuales de aprendizaje) lo hacía a través de la plataforma Google Classroom o el blog de clase (https://laclasedelvalle.wordpress.com/), dónde les compartía vídeos enriquecidos con las herramientas Edpuzzle o PlayPosit. Además, en ocasiones se acompañaba de un documento con breves indicaciones (como por ejemplo, elaborar tarjetas con cuestiones del vídeo para preguntar a sus compañeros en la siguiente sesión, mapa mental…), que debían realizar en la mayoría de los casos de forma cooperativa (a través de documentos compartidos en Google Drive).

– Por otro lado, al alumnado de 4º de Educación Primaria (algunos no contaban con red wifi en sus hogares, pero sí con móviles con conexión a internet) les hacía entrega de un código QR[3] con el contenido correspondiente (sustantivos comunes y propios, expresiones complejas e incomplejas…), que escaneaban la mayoría de las veces (tal y como me contaban y corrobora la encuesta realizada a las familias al finalizar la experiencia) en compañía de sus padres o hermanos. Código que debían enriquecer, acompañándolo de un título (en pocas ocasiones les decía de que iba a tratar), un breve resumen del contenido y algunos ejemplos que no apareciesen en el vídeo, así como de las dudas que les surgiesen durante el visionado del mismo.

Y ahora, obviamente, os preguntareis ¿todo el alumnado veía los vídeos?, pues no, pero sí la gran mayoría (para lo que considero imprescindible la fase de gancho señalada anteriormente). El alumnado que por cualquier motivo no lo hacía, los visionaba en clase, entrando en juego una de las versiones flexibles de la FC, la clase al revés en la propia clase (In-Class Flip).

Respecto a las problemas de conexión a internet fuera del centro, que ineludiblemente surgieron (aunque no fueron demasiado significativos) les recordaba este proverbio árabe, que igual compartís conmigo: «Quien quiere hacer algo encuentra un medio quien no quiere hacer nada una excusa». Ya que, en un mundo hiperconectado como el actual (salvo casos excepcionales) la gran mayoría de los hogares cuenta con conexión wifi, o en su caso, dispositivos móviles con conexión a internet u otras alternativas, como: casas de compañeros o amigos con conexión, bibliotecas públicas, centros culturales…o como última opción proporcionar el material offline (por ejemplo, a través de un USB o DVD).

Ahora bien, ¿A qué dedicábamos el tiempo de clase?

El tiempo de clase (ahora liberado de exposiciones magistrales) era aprovechado para impulsar aprendizajes activos, significativos y profundos, promoviendo situaciones educativas enriquecedoras. Sin poder establecer un guión común (pues han sido múltiples las actividades y tareas llevadas a las práctica) la mayoría de sesiones han compartido la siguiente estructura:

  1. Evaluación inicial: formularios de Google[4], cuestionarios en Kahoot y Plickers (interesante aplicación de evaluación, en la cual el alumnado no necesita dispositivos móviles para participar).
  2. Dudas grupales de forma oral de los contenidos trabajados en casa (durante este momento se aprovechaba para aumentar la motivación y despertar la curiosidad del alumnado, planteando retos y situaciones problemáticas reales relacionados con el contenido tratado).
  3. Actividades puntuales del libro o sencillas tareas cooperativas para asimilar conocimientos.
  4. Elaboración de productos digitales: esquemas en Popplet, presentaciones (Google Drive, Prezi y Genially), infografías, documentos compartidos…
  5. Actividades interactivas en el blog de clase.
  6. Evaluación, a través de: rúbricas[5], presentaciones orales, puntuales pruebas escritas (presentadas a modo de juego con diversas pantallas a superar) y «quizs» y «jumbles» en Kahoot.

Esta fase se prolongo en el tiempo durante aproximadamente dos meses, y aunque los resultados fueron muy positivos, fuimos conscientes de que todavía se podía ir más allá y alcanzar un aprendizaje más personalizado y profundo. Con este último objetivo nos adentramos en la última y más extensa fase de la experiencia, la de FL.

– 3. Fase de Flipped Learning

Esta tercera fase, floreció como consecuencia de una exhaustiva reflexión docente, pues, como puntualizaba anteriormente, era consciente del éxito de la experiencia (alumnado y familias así me lo comunicaban), pero caí en la cuenta de que el aprendizaje dentro del aula estaba siendo demasiado homogéneo y se limitaban las capacidades de ciertos alumnos con más talento, así como frustraban las del alumnado con mayores dificultades. Y pensé: «Hay que cruzar la frontera y asaltar el auténtico aprendizaje personalizado».

Fuera del aula, los principios básicos del FC (llevados a cabo en la segunda fase) y los del FL de la presente fueron prácticamente similares. Continuábamos extrayendo la teoría fuera de clase bajo el mismo procedimiento que en la etapa anterior, aunque en esta ésta el maestro creó su propio canal en Youtube[6], y en un gran número de ocasiones, el material que se visionaba o analizaba fuera de clase era creado por los propios discentes en: VivaVideo, Wevideo, Moovly…

Ahora bien, como me propuse concienzudamente, cambiaron radicalmente los procesos de aprendizaje dentro del aula, caracterizados por los siguientes principios:

– Mayor implicación del docente en la elaboración de los recursos para trabajar fuera del aula, con el objetivo de ajustarlos a la diversidad de necesidades y características del alumnado, es decir, personalizando el proceso de trabajo fuera del centro educativo.

– Contar con el alumnado de forma activa en la realización y selección de los recursos para tratar la parte teórica fuera del aula, permitiendo la elección de materiales en diversos formatos (un alumno prefería documentos en lugar de vídeos).

– Dar mayor autonomía al alumnado en la dirección y creación de proyectos (temáticas, toma de decisiones, curación de contenidos…).

– Relegar a un segundo plano los contenidos, integrándolos en todo momento de manera subyacente en proyectos o problemas de la vida cotidiana.

– Desterrar las calificaciones numéricas, favoreciendo la autoevaluación y coevaluación, fundamentalmente descriptiva, a través de rúbricas y portfolios.

– Acoger por completo el aprendizaje cooperativo y el movimiento deliberado en el aula.

– Extrapolar fuera del aula los conocimientos adquiridos y los productos realizados (a través de blogs, GoogleSites, charlas, talleres, exposiciones[7]…), contribuyendo de forma activa al funcionamiento del colegio y la sociedad. Destacar dentro de este principio metodológico, que podemos denominar como Aprendizaje Servicio, un GoogleSites creado para promocionar el patrimonio cultural de la localidad (y que podréis consultar en el apartado dedicado a la recopilación de productos, denominado «Museo Flipped»).

– Construir itinerarios personalizados de aprendizaje para cada alumno, según su progreso personal, para lo que me serví de herramientas TIC muy útiles, como veremos a continuación.

Y es que, mención especial merecen estas aplicaciones TIC que entraron en juego en esta tercera fase de FL, ya que me permitieron la anhelada personalización del aprendizaje. Entre otras, destacar:

– Google Drive y sus versátiles herramientas para reconducir el aprendizaje del alumnado de manera inmediata (transmitiendo feedbacks y orientaciones de manera instantánea).

– Pear Deck: para recibir un feedback inmediato de la comprensión conceptual en puntuales presentaciones grupales.

– Khan Academy: ofreciendo trayectos formativos personalizados al alumnado y añadiendo retos a cada uno de ellos según su nivel competencial.

– SymbalooEDU: para crear recorridos alternativos, inidividualizados y gamificados de aprendizaje.

– Quizziz: como alternativa a Kahoot, con el objetivo de que cada alumno respondiese cuestionarios gamificados a su propio ritmo.

– WeVideo: dónde los alumnos creaban sus propios vídeos, en algunos casos para compartir con sus como compañeros fuera del aula.

– Vocaroo: crear audio-lecciones.

– Pixton: elaboración de cómics.

– StoryBird: para crear cuentos digitales con un formato increíble.

Y un sinfín de ellas más, sin las cuales (somos totalmente conscientes), no hubiésemos podido lograr cruzar la meta del FL.

Esta fase, que sin duda ha sido la más satisfactoria y enriquecedora para todos, se ha extendido en el tiempo durante aproximadamente tres meses. En los cuales se han logrado resultados inimaginables, y ya no solo académicos, que también, sino en todas las dimensiones del alumnado.

Para concluir con este resumen, que sin duda, nos sabe a poco, por la multitud de tareas, proyectos y situaciones que se nos quedan en el tintero, queremos exponer una serie de productos realizados por el alumnado, los cuales consideramos interesantes y creemos reflejan en gran medida su nivel competencial. Pueden consultarlos en la siguiente infografía:

Museo Flipped: https://www.genial.ly/58dd4a3a2ff81a1c1c73318e/museo-flipped

Como colofón para concluir con la experiencia que con entusiasmo os hemos presentado, el alumnado participante la compartirá en unas Jornadas Educativas organizadas por el CPR de referencia de la zona, actuando como ponentes.

Referencia a otros modelos pedagógicas, metodologías o estrategias didácticas activas

En la presente experiencia, el modelo Flipped Learning ha actuado como un auténtico promotor metodológico, promoviendo una simbiosis con multitud de metodologías activas, y provocando con ello, una auténtica convergencia metodológica en el aula, integrada por: Aprendizaje Cooperativo, Aprendizaje Servicio, ABP, PBL, Gamificación, DUA, PLE, Pensamiento Visual, Mobile Learning y Aprendizaje dialógico.

 

Resultados: valoración del maestro, el alumnado y las familias

– Valoración del maestro

La valoración como docente impulsor de esta experiencia, no puede ser otra, que totalmente positiva. Ha sido un proceso asombroso, cargado de sorpresas, obstáculos y situaciones problemáticas, que hemos solventado con creces. Alcanzando, a mi juicio, una auténtica experiencia FL.

He disfrutado cada día, cada sesión y cada minuto de enseñanza-aprendizaje. Me he sentido como un auténtico aprendiz durante todo el proceso y estoy seguro que me llevo más de lo que he dado.

El rendimiento académico del alumnado ha sido maravilloso, logrando un 100% de aprobados y una nota media aproximada de un 8. No obstante, lo que considero aún más importante, ha sido el desarrollo personal del alumnado, su felicidad dentro del aula, así como su satisfacción y admiración hacia el proceso educativo (en la mayoría de las ocasiones no querían que se acabasen la sesiones).

Además, considero que el alumnado se ha hecho responsable de su aprendizaje, logrando que se produzca tanto dentro como fuera del aula (en cualquier momento y lugar), desarrollando de este modo su Entorno Personal de Aprendizaje.

Respecto al desarrollo competencial del alumnado, ha sido pleno, destacando por encima del resto, el avance en la Competencia Digital. Así lo expresaban los propios alumnos:

«Maestro he enseñando a mi hermano, que está en Bachillerato, a realizar presentaciones y compartir documentos en Google Drive» (Alumna de 4º E.P.)

«Mi madre es informática, pero ya no recuerda algunas cosas, y yo le he mostrado como realizar animaciones en Powtoon» (Alumno de 5º E.P.)

«Cuando comenzamos no teníamos ni correo electrónico y ahora somos expertos en TIC» (Alumno de 4º E.P.)

Por tanto, a parte de todos las ventajas que el modelo FL aporta al proceso educativo, de sobra conocidas, constato que el FL aumenta de manera considerable el desarrollo de la Competencia Digital, o al menos, en nuestro caso, así ha sido.

A continuación, las valoraciones del alumnado y las familias sobre la experiencia.

– Valoración del alumnado

Se ha obtenido mediante un formulario de Google, cuyos resultados pueden consultar en el siguiente enlace.

https://drive.google.com/open?id=0B_p88oid9be9Z2xyS3dkRE40a3c

– Valoración de las familias

También se basa en un formulario de Google con diferentes cuestiones, en las que se les ofrecía un rango numérico de respuestas (dónde 1 era el mínimo y 5 el máximo).

https://drive.google.com/open?id=0B1ioHBUJdQQTR250WWJIMjl0cTg

 

Conclusión

Aunque en la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de ello, nuestro paradigma educativo (conjunto de teorías e ideas pedagógicas) define nuestra acción educativa en el aula. Considero que es el punto clave, la raíz desde dónde tenemos que estructura cualquier experiencia de innovación educativa, incluido, por supuesto, el FL. Siendo ésta mi mayor satisfacción, pues se ha llevado a la práctica de forma exitosa el paradigma que llevo construyendo desde que comencé mi formación académica y personal.

Como habréis podido comprobar, nuestra experiencia se ha estructurado en tres fases: de gancho, FC y FL. A través de las cuales hemos convertido la escuela en un auténtico laboratorio de aprendizaje, positivamente valorado; tanto por el docente, como las familias y el alumnado.

Para terminar y relacionando nuestra experiencia con la Nueva Taxonomía de Bloom, soy consciente de que uno de los pilares de nuestro éxito ha sido el de enfocar el aprendizaje en las habilidades de pensamiento de orden superior, algo que resulta crucial en los procesos educativos de la sociedad actual.

Ahora bien, también estoy seguro, de que sin una actitud positiva y pleno convencimiento por parte del profesor, todo este proceso es imposible.

«Del cambio metodológico a la transformación educativa solo hay un paso, y a mi juicio, se trata de una decisión docente en la dirección adecuada»

– Vídeo-resumen de la experiencia: https://www.youtube.com/watch?v=R7J4QHEbfUI

 

[1] Aumento de la motivación y el rendimiento académico, aprendizajes profundos, incremento de las interacciones y el placer por aprender…

[2] Previa solicitud, la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, proporciona a cada estudiante una cuenta de Google con un dominio educativo (alumno@educarex.es), con todas las posibilidades educativas que ello conlleva.

[3] Previamente, se había reunido a las familias para explicar el funcionamiento de los códigos QR y sus aplicaciones de escaneo.

[4] Añadiendo el complemento Flubaroo, el cual los hace más inmediatos.

[5] Mayoritariamente con CoRubrics de Jaume Feliu.

[6] https://www.youtube.com/channel/UCl10H6QApO95PE3ZKwCXMPA

[7] Perfomance day o día de exposición de productos a toda la comunidad educativa.