Los dispositivos móviles en general están llegando con fuerza a la educación. Son ya cada vez mas los centros docentes que están desarrollando proyectos 1×1 (cada alumno con su dispositivo) tanto en un planteamiento «monomarca» (cada centro elige el modelo y sistema operativo que le parece mejor: Samsung, Apple, Fujitsu…), como bajo un modelo BYOD (cada estudiante trae el dispositivo del que dispone).

Ya hay bastantes estudios que investigan qué ocurre (con los alumnos, con el centro, con las familias, con los profesores..) cuando se introducen este tipo de tecnologías en el aula. Uno de los mas recientes y completos, en concreto, sobre el uso del iPad, se puede descargar desde aquí (en inglés., pero disponéis de este resumen en español que elaboré hace unos meses (con permiso de los autores originales).

En breve os pasaré la referencia de otro estudio que hemos elaborado sobre la percepción de los profesores de Fresno (California) en el uso del iPad y su impacto en los procesos de enseñanza-aprendizaje y que nos publica la revista RELIEVE.

Estos estudios y el énfasis en el papel central del profesor como diseñador de actividades y contenidos en los que el APRENDIZAJE en el ALUMNO sea el eje central y en el que la introducción  la tecnología juega un papel subsidiario  ( y no al revés, como suele ser tristemente frecuente).

A mi juicio, y de una manera sintética, un profesor puede utilizar el iPad (u otra tableta), de cinco maneras diferentes, esta división la haré teniendo presente el empleo didáctico de la herramienta (no el organizativo o personal) y sin entrar en disquisiciones  de tipo metodológico que abordaremos en próximas entradas:

  1. Utilización del dispositivo «en crudo», sin mas apps y recursos que con los que cuenta la tableta: conexión a internet, cámara y poco mas. Un docente con buenas dosis de creatividad puede rentabilizar adecuadamente estos elementos (recursos 2.0, google drive…).
  2. Utilización de apps comercializadas «cerradas» (no se puede introducir o crear nuevo contenido). Podemos encontrar decenas de miles, para todo tipo de materias, aspectos curriculares, destrezas y objetivos. Lo cual, mas que una ayuda, puede constituir una fuente de desmotivación ¿cual es la mejor..?. Afortunadamente hay iniciativas como eduapps, que nos pueden ayudar a hacer una selección mas certera y precisa.
  3. Utilización de apps comercializadas «abiertas» (diseñadas para que se pueda introducir o crear nuevo contenido). En este nivel, tanto el docente como los estudiantes se pueden convertir en creadores de contenido de aprendizaje. Un ejemplo muy ilustrativo lo podemos ver en esta entrada de hace unas semanas en las que Jon Bergman que nos aporta una solución técnica a la hora de desarrollar actividades de aprendizaje inverso, para ello se combina el app Explain Everything con Google Drive.
  4. Creación de cursos o clases secuenciadas, por ejemplo con iTunes Course Manager (iTunesU). Este nivel supone un nivel mas exigente en la selección de contenidos y su alineación curricular, pero se facilita enormemente la distribución y actualización del material de aprendizaje. Hace unos meses (febrero 2013), iTunes U superó los mil millones de descargas de contenido.
  5. Creación de contenido tipo ebook. Por ejemplo, la mas representativa actualmente, por su potencia y versatilidad es iBooks Author, que cuenta con el inconveniente de que sólo se puede visualizar e interaccionar con los contenidos que funcionen con iOS. Se trata de una herramienta gratuita disponible en la Appstore de Apple para generar libros electrónicos en un formato especial (para el app iBooks) diseñado por Apple y pensados para crear publicaciones educativas que, como hemos señalado, funcionen en dispositivos iOS. El programa iBooks Author está pensado para el ámbito educativo. No obstante, permite diseñar todo tipo de contenidos: desde libros puramente de texto, catálogos interactivos, libros de cocina, libros de historia, libros de fotografía, presentaciones, tutoriales, etc… Si deseas ver otras alternativas a IBA, puedes consultar esta tabla comparativa.

 

La implantación decidida y la integración cabal de la tecnología móvil puede hacer posible el cambio educativo, pero no sólo porque facilitan el rápido acceso a la información y la hacen asequible; esto siendo mucho, es poco. La importancia de las tecnologías reside en dos aspectos básicos: la diferente función que adquieren en el proceso de enseñanza- aprendizaje profesor y alumno, permitiendo un desarrollo de capacidades diferentes, tanto para unos como para otros y en que el tratamiento de la información ya no es lineal y permite estructuraciones diversas. (Tomado de esta entrada del BLOG  de Javier Tourón)

¿seremos capaces de conseguirlo?:

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