La creatividad en la escuela es el punto de partida de la excelencia. El más alto nivel en la Taxonomía de Bloom es crear. Crear requiere muchas otras herramientas, se da por hecho que se han superado los pasos anteriores: recordar, comprender, aplicar, analizar, sintetizar, evaluar. Si buscamos el cambio en la escuela, no podemos olvidar la creatividad. Este elemento, o como lo llama Mark Runco de la Universidad de Georgia, esta herramienta, es absolutamente necesaria para lograr una completa educación y debe estar presente en todo el currículo.
Traducido y adaptado del artículo de Patti Saraniero: Inspired Classrooms. Seven steps to cultivating creativity
Actualmente, en muchas escuelas se está sacrificando la creatividad en favor de los contenidos preparados para ser recordados de forma eficiente pero no asimilados de forma productiva. Un currículo rígido en el que no cabe la creatividad es aquel en el que el error no es una oportunidad de aprender, o donde se aprecia una falta de recursos externos que convierten el aprendizaje en algo conectado con la vida real.
Para favorecer la creatividad en la escuela hace falta crear un ambiente especial que puede conseguirse siguiendo algunos sencillos pasos:
1-Involucra, da la oportunidad: promover la creatividad en clase supone involucrar a los alumnos en su proceso de aprendizaje esperando grandes cosas de ellos, dialogando y respetando sus opiniones, dándoles oportunidad de tomar decisiones relacionadas con el trabajo que realizan, presuponiendo y orientando a que asuman las consecuencias de su actuación.
2-Libertad pero con límites: la creatividad no es sinónimo de caos. El profesor debe ofrecer límites claros, justos y razonables, la libertad está en el alumno; él toma las riendas de su aprendizaje; el hecho de dar la oportunidad de explorar y experimentar con ideas, pone a punto el pensamiento creativo.
3-Solución a problemas: ésta es una buena metodología desde, por ejemplo, cuarto curso de primaria. Con el aprendizaje basado en problemas, los alumnos tienen que identificar el problema, descubrir las consecuencias con sus pegas, para finalmente llegar a una solución. Esto requiere investigación, imaginación, revisión. Todo ello es esencial para favorecer el pensamiento creativo.
4-Érase una vez…: storytelling es un buen método para conducir al alumno a la creatividad, ya sea con ficción o hechos reales.
5-¡Hola mundo!: trae la vida real a la escuela. Incluye noticias, vídeos, historias de partes remotas del mundo, a tu clase. Involucra, ayuda a tus alumnos para que desarrollen pensamiento crítico. Ésta es otra vía directa al pensamiento creativo.
6-Trabajo individual y en grupo. Busca oportunidades de trabajar de las dos maneras, no te limites a una u otra.
7-Jugar es algo creativo, sobre todo para menores de 10 años. El juego es tiempo de experimentación, ya sea en forma de drama (con disfraces, marionetas), juegos de mesa, o resolución de problemas, son oportunidades que favorecen la reflexión.
La creatividad se suele asociar con arte, pero para conseguir un buen currículo en la escuela, hay que incluir esta herramienta en todas las materias.
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