En este artículo cerramos la serie de artículos dedicados al uso de entornos colaborativos para el trabajo virtual en grupo. En la entrada anterior hablábamos de uno de los dos tipos de plataformas de tipo colaborativo, las orientadas a la mensajería instantánea, como Slack, y en esta ocasión le toca el turno a las redes sociales privadas, que podrían ser instaladas para una comunidad de miembros perteneciente a una misma institución, administración, universidad, centro educativo, etc.

Este tipo de plataformas son especialmente adecuadas cuando cobra importancia las relaciones entre los miembros de la comunidad y la gestión del conocimiento dentro de ella. Son las plataformas también más adecuadas cuando el tamaño de la comunidad es grande o gran parte de sus miembros son desconocidos entre sí y con escasa relación física.

Las plataformas privadas de red social suelen incorporar numerosas herramientas propias (foros, wikis, repositorio de archivos y enlaces, blogs, etc.) y también permiten integrar algunas herramientas externas, pero no con la potencia de los bots de Slack, por ejemplo. En cualquier caso, puede incrustarse código HTML (embed code) de otro servicio externo (un documento de Google Docs, por ejemplo) o, todavía mejor, la gran mayoría de plataformas de red social permiten previsualizar gran parte de los servicios de la Web 2.0 a través simplemente del enlace a un elemento (un archivo en Drive, un vídeo en YouTube, etc.).

Desde el punto de vista del trabajo colaborativo en grupo, que es nuestra principal preocupación, las plataformas de red social permiten crear grupos de usuarios (abiertos, cerrados, públicos, privados, etc.) de igual forma que los grupos o canales en las herramientas de mensajería, y usar dentro de ellos todas las herramientas integradas. Una diferencia clara entre ambos tipos de plataformas es la forma en que se muestra la conversación y el cuadro de inserción de texto y elementos. En las herramientas de mensajería se muestran los mensajes de arriba hacia abajo en orden temporal y el cuadro de texto aparece, por tanto, abajo. En las plataformas de red social, los mensajes de usuarios se entremezclan con otros mensajes de actividad en el grupo también de forma secuencial, pero ordenados de abajo hacia arriba, y por ello también  la ventana del microblog (el cuadro para insertar texto y elementos) aparece claramente en la parte superior.

Dentro de este tipo de plataformas, la herramienta más popular y usada actualmente es Yammer de Microsoft, integrado con OneDrive y MS Office 365. Entre sus caracterísiticas cabe destacar que, además del muro de actividad y la ventana del microbolog, cada grupo dispone de repositorio de archivos y creación de notas colaborativas. En la ventana del microblog podemos compartir texto con enlaces (se muestran previsualizados), una encuesta, elogio, o anuncio. Se pueden añadir ficheros del ordenador, de la red o de OneDrive. Cada red Yammer posee una URL propia en www.yammer.com/dominio para el dominio de correo corporativo y se pueden crear grupos, tanto internos como externos (éstos últimos son grupos compartidos con usuarios de otras redes Yammer). Cabe mencionar que hay una versión completa de Yammer si usamos Office 365 para Educación. También hay una versión básica, gratis para dominios corporativos, pero sólo permite comunicarse con usuarios registrados de dicho dominio y no permite grupos externos.

En cuanto a otras alternativas a Yammer, entre los servicios disponibles en la nube cabe mencionar Bitrix24 (podemos usarla y probarla gratis hasta 12 usuarios y 5GB) y Socialcast (gratis hasta 50 usuarios). Por otro lado, si alguien se siente con fuerza para instalar y mantener su propia plataforma privada de red social, les recomiendo encarecidamente la plataforma de código abierto Elgg. En los últimos años han proliferado numerosas redes sociales basadas en Elgg. De hecho, la plataforma SocialWire, de la que ya hablamos con anterioridad, es una red social basada en Elgg con numerosos módulos desarrollados a medida para la docencia.