Hasta aquí las instrucciones y luego, una vez ha quedado claro todo, les he ido proyectando , una a una las preguntas (todos en silencio y preparados para responder rápido. Les comenté que las primeras respuestas daban un dossier más sencillo y las últimas eran un poco más difíciles, pero realmente el dossier era igual para todos los grupos. Están cosas hacen que se motiven más, aunque la competitividad debe ser sana).
Pongo aquí las preguntas, la respuesta y la pregunta que les ha hecho el profesor correspondiente y que les daba acceso a la tarea:
En definitiva, primero me responden a mí a una pregunta y luego a otra que les entrega el otro profesor. De esta manera, varios alumnos se pueden mover por el colegio e involucro a su vez a 8 compañeros. Estos, de paso, ven otras cosas que se pueden hacer en el aula y con 40 alumnos. A los profesores que les he pedido este favor les ha gustado y alguna compañera va a hacer algo parecido (muchos compañeros ya hacen cosas muy innovadoras en nuestro colegio). A su vez, los alumnos ven que pueden usar el móvil, que pueden moverse por el colegio, que tienen cierta libertad y que además deben trabajar contrarreloj para hacer varias tareas. Además, repasamos (ellos se explican todo) y el profesor solo controla y corrige algunas cuestiones. El trabajo cooperativo es importante pero las normas también. Ellos van construyendo su aprendizaje y solucionan también sus problemas en el grupo, porque el objetivo es trabajar todos por igual. No hay excusas.
Como conclusión, creo que está resultando interesante para todos y estoy seguro que el resultado sera también bueno. Hay que tener confianza en los alumnos y si alguien no está trabajando bien, preocuparse por él y preguntar qué está pasando para encontrar una solución conjunta.
Espero que esta especie de “Gymkana” (nada nuevo por otra parte) pueda resultar de utilidad a algún compañero.
Un saludo y gracias,
Luis Villanueva
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