Evidencias, hay que tener evidencias.
¿Dices que haces…?; ¡pruébalo!
¿Aseguras que están contentos?; testimónialo.
¿Confirmas que sus trabajos son maravillosos?; demuéstralo.
¿Afirmas que su aprendizaje ha sido significativo?; acredítalo.
¿Aseveras que tu metodología es la caña?; certifícalo.
¿Ratificas que es una práctica educativa que se extiende a otros centros?; justifícalo.
Y si no da los resultados esperados, no podemos culpar a la evidencia en sí. Implementar una buena práctica educativa, además de un proceso continuo, es un trabajo complejo.
Y como decía el famoso astrónomo Carl Sagan en Cosmos (1980):
Deja tu comentario