Por Sergio Fernández Romero. Graduado en Magisterio.
Me habían hablado de un tal método llamado The Flipped Classroom y lo primero que me llamó la atención fue eso de ¿Darle la vuelta a la clase?, ¿Eso qué es? Así que me fui a la web y empecé a investigar. El método Flipped es algo distinto, nuevo, pensado para el maestro y el alumno.
The Flipped Classroom defiende los tiempos de aprendizaje del alumno, es decir, explicar brevemente en clase a través del uso de las nuevas tecnologías como ordenadores, tablets, portátiles, infografías, etc, los puntos clave del tema y que el alumno realice las actividades fuera del aula. A priori, algo difícil de conseguir en la actual educación basada en las horas y horas que se usan en intentar enseñar y aprender, a veces, sin llegar a conseguir este objetivo. Por esto ante esto nace el método Flipped, que promueve el cambio radical de la figura del maestro y del alumno. El primero dejando de ser un simple recurso de información y un mero organizador de materiales para pasar a ser un novedoso acompañante de cultura y fuente de investigación con las nuevas tecnologías emergentes. El segundo, el alumno, pasa a ser un alumno investigador y autónomo en parte de su aprendizaje realizando las tareas de las que trata el tema fuera del colegio. El método Flipped es un gran avance porque fomenta estrategias educativas tan necesarias como el trabajo por proyectos y el aprendizaje colaborativo que permiten las nuevas tecnologías.
Otra cosa que me llamó poderosamente la atención sobre esta nueva metodología es el fomento a la creación por parte de los docentes de su propio material didáctico, algo también muy promovido por las instituciones y leyes educativas actuales, permitiendo así que los profesores adapten los temas a desarrollar al nivel, contexto e intereses del niño, lo cual produce una motivación en los alumnos ante el aprendizaje diario. De esta manera se rompe con el modelo de enseñanza tradicional y se produce así una nueva variante en la que se le permite al maestro una atención más personaliza con cada alumno, especialmente con los alumnos que requiere una atención especial, puesto que el feedback de este nuevo enfoque permite una relación pregunta-respuesta totalmente instantánea.
En definitiva, aplicar este nuevo método en nuestras aulas es sencillo. Solo hace falta cambiar la mentalidad hacia las nuevas tendencias educativas del Siglo XXI. Y para ello lo más necesario es cambiar la figura del maestro y del alumno, además de aplicar unos tiempos en clase efectivos y que enseñen adaptándose al alumno actual y a lo que hoy en día requiere el mundo educativo.
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