El desarrollo de propuestas de aula en las que el alumnado sea protagonista y sean ellos quienes se enriquezcan entre sí hace que no solo se trabajen los contenidos o criterios curriculares, sino que además hace posible que se trabajen competencias clave que se concretan en saber hacer y saber ser o estar en un entorno social como es el aula. En esta nueva entrada, me gustaría retomar mi anterior publicación en la que compartía las características y objetivos de una dinámica tan clásica como actual: los seminarios socráticos.
Con motivo de trabajo realizado con mi alumnado de 3ESO en un REA del Proyecto EDIA titulado “Un mundo de poesía”, tuvimos la oportunidad de profundizar en la naturaleza, estructura y características de los textos líricos o poéticos. Como producto final, inundamos el colegio de poesía; versos o composiciones creadas por los estudiantes tomando como referencia temáticas, métricas o figuras literarias distintas.
Centrándonos en el desarrollo del ABP creado por Bloggeando, encontré un contenido al cual decidí añadir una propuesta de aula con el propósito de que mi alumnado profundizase más en la comprensión de este tipo de textos, sujetos a un lenguaje connotativo, figurado y subjetivo sobre un tema determinado. Fue en la sección “El contenido de la poesía: las emociones…” en donde encontré un punto en el desarrollo del ABP en donde incluir un seminario socrático. Para ello, elegí el poema 20 de Pablo Neruda, perteneciente a “20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada”. Como coincidencia y para darle un carácter significativo, tanto el seminario como la difusión de los poemas por el colegio tuvo lugar en el día de San Valentín.
Sin olvidar en rigor curricular, siempre me ha gustado trabajar tanto la comprensión y expresión oral presentes en los bloques normativos y de contenidos de la asignatura de Lengua Castellana y su Literatura para ESO. Concretamente, hay varios contenidos, criterios y estándares (bloques 1 y 3) en los que se nos invita a crear espacios de reflexión oral en los que el alumnado tiene la oportunidad de expresar sus ideas, opiniones…etc. Unos ingredientes perfectos que están relacionados con la esencia de las aulas socráticas.
Como puedes ver en la siguiente plantilla para la organización del aula socrática, los objetivos curriculares están perfectamente justificados con el desarrollo de una propuesta en la que alumnado recorre una experiencia de aprendizaje en la que deben consultar, leer, exponer, argumentar y sintetizar. Además, estuvieron presentes elementos significativos (supieron relacionar elementos formales con experiencias vivenciales) o de trabajar la metacognición (la vigencia del amor y reflexionar ante ello).
En este caso concreto, el contenido previo fue el texto que íbamos a trabajar en clase y compartido en Google Classroom. El alumnado tenía que trabajar la lectura de un modo profundo en casa con el objetivo de traer a clase tanto secciones más destacadas como aquellas que querían compartir con los compañeros. Para ello, la estructura de las notas Cornell nos sirvió para cumplir con ese objetivo.
Ya en el espacio grupal y adaptándonos al entorno, organizamos las mesas en rectángulos concéntricos en donde el alumnado que mejor había trabajado en poema ocupaba los sitios internos, mientras que aquellos que no lo habían trabajado tan en profundidad observaban el desarrollo de la sesión complementando sus notas con la intervención de sus compañeros. En primer lugar, presenté el seminario socrático, qué íbamos a realizar y qué pretendíamos conseguir. La característica principal es que el docente oriente a los participantes durante cada una de las tres fases del seminario: apertura, seguimiento y cierre. La clave del éxito del aula socrática es la preparación previa por parte del profesor: tanto la elección del texto como el diseño de las preguntas que se trabajarán en clase.
En líneas generales, puedo resumir la experiencia como:
- Activa participación del alumnado durante la sesión.
- La preparación previa del contenido a trabajar (vídeo, texto…) debe ir más allá de la mera lectura. Las notas Cornell evidencia dicho objetivo.
- El alumnado se fue incorporando al seminario poco a poco. Hubo una mayor participación en la parte de preguntas de desarrollo.
- Es una dinámica flexible y participativa: hubo alumnado que aún sin completar el trabajo previo, tuvieron la ocasión de participar y argumentar sus ideas u opiniones al respecto.
- La experiencia ha gustado a los estudiantes, se han sentido cómodos y con la oportunidad haber podido relacionar contenidos con experiencias personales. Como consecuencia, me han solicitado la realización de otro seminario socrático en el futuro.
- Los estándares aplicados a la evaluación han sido relevantes en el diseño de una actividad competencial y rigurosa normativamente hablando. Puedes descargar la rúbrica de evaluación aquí.
- Considero que el desarrollo de un seminario socrático también puede realizarse con otras materias (Matemáticas, Física, Biología, Geografía e Historia…) en donde partiendo de la competencia lingüística, pueden crearse espacios en donde el alumnado puede argumentar procesos, teorías, eventos o investigaciones de un modo empírico, en donde el profesorado debe elegir qué recurso ofrecerá previamente a sus estudiantes para “engancharlos” a la fase presencial del seminario. Déjate inspirar por los estándares de aprendizaje de tu materia y crea un espacio de reflexión único.
Como conclusión, te dejo algunos momentos que nos dejó el desarrollo del aula socrática, pertenecientes a cada fase. ¿Te animas a llevarla a cabo en tu aula?
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