Introducir rutinas y destrezas de pensamiento en el desarrollo habitual de nuestras clases resulta una tarea esencial para trabajar la competencia de aprender a aprender y desarrollar en nuestros alumnos un pensamiento eficaz. Aplicarlas en el contexto de una clase flipped es una oportunidad formidable.
Siempre me he dedicado a impartir clases en los cursos superiores, 4º de ESO y Bachillerato. Y siempre he podido constatar la enorme dificultad que estos alumnos tienen a la hora de interpretar textos, localizar la idea principal, sacar conjeturas… Trabajar con ellos rutinas y destrezas de pensamiento desde las primeras etapas de su educación habría desarrollado en ellos esas capacidades que ahora simplemente pretendemos que afloren como por arte de magia.
Este año he tenido la oportunidad de dar clase en 2º de ESO. Así que, uno de mis objetivos fundamentales ha sido trabajar con ellos rutinas y destrezas de pensamiento. Y el resultado empieza a verse ya. Cada día sus textos son más maduros, reflexivos y coherentes.
¿Cómo lo combino con flipped classroom?
Una de las rutinas que más me gusta para trabajar la expresión escrita es «Veo, pienso, me pregunto». Podéis consultar en esta página de intef cómo aplicarla correctamente, también incluye un organizador gráfico.
Antes de introducir el trabajo con los vídeos es necesario trabajarla previamente en clase durante varias sesiones para que los alumnos comprendan cuáles son los diferentes pasos de la rutina.
Comenzamos desde una imagen sugerente. O bien con el fragmento de un vídeo. En ambos casos yo lo he utilizado como pie para comenzar a escribir un texto. Pero puede servir también como introducción a un nuevo tema al principio de la unidad. O como actividad de consolidación o repaso al final de la misma.
Una vez que la rutina se ha repetido varias veces en clase, llega el momento de enviar el primer paso de esta como tarea para casa mediante vídeos o imágenes.
¿Qué vídeos o imágenes utilizar?
Guardo en una galería en Pinterest imágenes que me resultan atractivas para usar con mis alumnos. En ocasiones utilizo la misma para todos ellos, otras envío imágenes diferentes a los distintos equipos cooperativos y luego compartimos los resultados.
Con los vídeos utilizo el mismo método. O bien fragmentos de vídeos que veremos próximamente, y de los que quiero que comiencen a hacerse preguntas por su contenido completo. O bien, vídeos algo desenfocados sobre objetos cotidianos, etc.
Evaluación final
Es muy importante, tras cada aplicación de esta y otras rutinas, evaluar con los alumnos su aplicación. Las preguntas que deben guiar dicha reflexión son:
¿qué he aprendido?,
¿cómo lo he aprendido? y
¿cómo podría aplicar esta forma de aprender a otras actividades de mi vida diaria?
Es lo que llamamos la escalera de la metacognición.
Esto también requiere invertir tiempo en entrenar a los alumnos a reflexionar sobre su propia forma de aprender. Es quizá la parte más difícil, pero con el tiempo comienzan a hacer reflexiones más maduras sobre su forma de aprender.
Os aseguro que los resultados son increíbles. No solamente han mejorado su expresión escrita, objetivo inicial de estas actividades, sino su expresión oral, su capacidad de juzgar, y el desarrollo de su capacidad de aprender a aprender.
Como siempre, espero que os haya servido de inspiración, y si tenéis otras formas de utilizar y aplicar estas rutinas me encantaría que las compartieseis con nosotros.
Inés Pradana
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