La apuesta por aplicar metodologías activas en el aula y ceder el protagonismo y el ritmo de aprendizaje a los alumnos conlleva gestionar adecuadamente las herramientas digitales que nos van a permitir volcarnos más con los estudiantes a lo largo de las tareas y actividades. Como consecuencia, la elección de las apps nos ayudará a que los contenidos vayan en una única dirección, pero a la vez estarán presentes en distintas plataformas o contextos. Concretamente, el Aprendizaje Basado en Proyectos junto con el flipped classroom nos permite dedicar o enfocar el tiempo de aula a lo realmente importante: la realización de actividades al lado de los alumnos e ir asesorándoles durante el camino.
Estoy convencido de que el modelo o enfoque de la clase inversa no es una moda y que viene para quedarse. A lo largo de mi experiencia docente aplicándolo en mis clases, he observado que el hecho de disponer del contenido en cualquier lugar o en cualquier momento permite a los estudiantes hacer hincapié en lo que realmente necesitan ayuda en donde el diseño de tareas o actividades en el aula (independientemente de la escala que se aplique) es la clave del éxito del flipped classroom.
Y una vez más tanto mis alumnos de 3ESO como yo nos embarcamos en otro proyecto con el que teníamos como objetivo el aprendizaje de las estructuras de las palabras en castellano, los elementos de formación y los conceptos de cohesión, coherencia y adecuación lingüísticas. Al principio, dudé qué formato le daríamos o de qué manera podíamos hacer que estos contenidos fuesen «digeribles» por mi alumnado. Y llegó la inspiración: durante la feria local de mi ciudad, la Real Feria de San Miguel, hubo una explosión que ocasionó enormes daños materiales en pleno centro de la ciudad. El hecho de acercar los contenidos, de contextualizarlos, me inspiró la creación del proyecto #QuéBienHablas con el que daríamos a conocer no solo el desafortunado incidente, sino también difundir nuestra festividad.
Comenzamos con un formulario previo sobre los aspectos básicos de los contenidos a trabajar. El hecho de poder obtener una información tan inmediata y directa me permite poder diseñar las preguntas a enriquecer en el vídeo de una manera objetiva, ya que podré incidir en aquellos aspectos que más dificultades ha presentado a mi alumnado y poder darles solución posteriormente en el aula. Tras el vídeo en Edpuzzle, pasamos al cuestionario previo de las actividades tanto con Plickers como con FlipQuiz. Al igual que ocurre con los formularios, estas herramientas hacen posible que tanto el profesor como los estudiantes sepan inmediatamente qué debemos mejorar. En este momento, es cuando desarrollo microinstrucciones para aclarar los posibles errores cometidos y los alumnos aprovechan para anotar aquello que necesiten mejorar o bien que van a necesitar para el desarrollo de la actividad.
Como inicio de las actividades relacionadas con las jergas, propuse a los alumnos que elaborasen un documento compartido en el que cada uno de ellos aportase expresiones juveniles usadas en su entorno y que nos servirían como gancho para comprender el concepto de adecuación lingüística. He aquí el resultado: un trabajo en el que no solo los alumnos se quedaron sorprendidos por otras aportaciones, sino que tuvieron que explicarme (con ejemplos) en qué situaciones se usaban varias de ellas. El desarrollo de la comunicación o expresión lingüística en clase es algo muy importante que intento que los alumnos tomen conciencia mediante la participación activa en el aula. En cuanto a la adecuación en expresión escrita, lo trabajamos adaptando un fragmento del libro de texto en una conversación coloquial, concretamente, en un chat juvenil. Para ello, creamos infografías que simulaban conversaciones en Whatsapp. Puedes ver algunas de ellas aquí.
A lo largo de todo el proyecto, el alumnado ha sido agente activo de aprendizaje, hemos tenido en cuenta los distintos ritmos en la adquisición de los contenidos y manejado varias herramientas con las que hemos trabajado tanto individual como grupalmente, además de reflexionar sobre el uso que hacemos de la lengua o la idoneidad y adecuación de la misma en distintos contextos. Como producto final del proyecto, el alumnado creó un guión colaborativo (aquí, aquí o aquí) usando de nuevo las herramientas de productividad y de creación de Gsuite creando como artefacto digital tanto podcasts de audio como de vídeos con la herramienta Touchcast, en los que los alumnos usaron una gran variedad de recursos.
Como conclusión, me gustaría resaltar el estupendo trabajo realizado por mis alumnos y la dedicación y responsabilidad que han mostrado durante todo el proyecto. El producto obtenido refleja una elaboración de transformación del aprendizaje, que ha ido ascendiendo desde su comprensión y entendimiento, hasta la creación de un recurso que no solo es evidencia de los contenidos estudiados, sino que a la vez ofrece un amplio abanico de competencias y de habilidades adquiridas por el alumnado.
¿Te animas a conocer nuestra feria? Estáis todos invitados.
Deja tu comentario