Tengo oportunidad de hablar con compañeros docentes de todos los niveles educativos y en ocasiones me muestran su reticencia hacía la flipped classroom o en general hacia cualquier tipo de innovación en el aula. Vaya por delante que su posición es totalmente respetable y que ningún enfoque, metodología, método o técnica debe ser impuesto. Cada uno debe encontrar su propio estilo docente donde se sienta cómodo y le permita enseñar más y mejor a sus alumnos, que a la postre es el objetivo de todo docente.

Sin embargo, todos los docentes sí tenemos la obligación de “estar a la última”. No necesariamente a la hora de aplicar nuevas metodologías, pero sí a la hora de conocer sus beneficios y limitaciones. El docente, como cualquier otro profesional, tiene que estar en continua formación, saber qué se cuece en educación y desde ese conocimiento y su propia experiencia decidir si “compra” o no aquello que le ofrecen.

Decía un viejo spot publicitario “busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”. El descanso estival y la excelente biblioteca de google académico nos ofrecen todo lo necesario para “ir de compras” sin necesidad de desplazamiento ni gastar un solo euro.

Feliz verano.

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