Quería compartir con vosotros los cinco tropiezos que he tenido en mis inicios con el Flipped Classroom, con el propósito de ser todavía más consciente de ellos y, tal vez, poder contribuir a que futuros profesores que se inicien en este modelo no los cometan o al menos sean precavidos. Aquí os dejo el enlace a mi experiencia actual: TROPEZANDO CON LOS PUPITRES, en donde me he volcado por completo con el modelo.

stumbling Desde hace unos años he sido consciente de la gran suerte que supone poder tropezar en cualquier camino que uno emprenda, señal inequívoca de estar en movimiento y de que no nos acomodamos en nuestra “zona de confort”. Parece contradictorio que los profesores, que nos dedicamos a evaluar constantemente, tengamos problemas para auto-evaluarnos y, todavía más, de que nos evalúen. Es muy enriquecedor hacerlo y una señal clarísima de que queremos mejorar y avanzar.

Aquí os dejo algunos de los errores de los que he sido consciente, por mí mismo o por mi entorno, y me han ayudado a avanzar en mi aventura con el Flipped Classroom, la cual no tiene vuelta atrás. Por supuesto que he tenido algunos más, pero estos han sido los más relevantes.

1º DESCUBRIRME TRAICIONANDO AL FLIPPED:
Esto me pasó especialmente en las primeras clases en las que empecé a llevar adelante el modelo (aun sin conocer todavía oficialmente de él). Era consciente de que lo que pretendía era que los alumnos vieran en casa la parte teórica, para luego aprovechar al máximo la clase en la práctica y poder realizar otro tipo de actividades, hasta ese momento inviables.

corazon-roto En más de una ocasión, después de haber mandado la tarea flipped para casa, me descubría en clase explicando a los alumnos la misma clase que si no hubiera mandado nada, es decir, la misma clase de siempre. No os preocupéis si os pasa y reíros de vosotros mismos. Después de llevar 12 años haciendo eso, sería utópico pensar que mi subconsciente me iba a dejar actuar de otra manera a la primera.

2º ESTIMAR POR DEBAJO EL TIEMPO DE TRABAJO DE CASA:
El debate respecto a las tareas para casa se oye muy habitualmente. Entiendo que un término medio debería ser lo idóneo, como en tantas otras cosas. El tiempo de trabajo con los vídeos no ha de ser excesivo (10-20 minutos), incluyendo tanto el visionado como el trabajo que le corresponda.

clock-300x300 El problema ha sido que, sin una experiencia previa, no he sabido estimar adecuadamente el tiempo de trabajo medio necesario para la tarea que estaba mandando para casa. Cierto es que la tarea incluye parte voluntaria para quien quiera ampliar, pero aun así he calculado en la mayoría de los casos por debajo de lo que realmente les ha llevado, aproximadamente un +30%.

Este contratiempo es inevitable que surja la primera vez que se manda alguna tarea de este tipo pero, para evitar que se traslade a cursos posteriores, lo que he incluido en los cuestionarios que rellenan es una pregunta respecto al tiempo que les ha llevado hacer la parte obligatoria de la tarea. He desestimado algunos valores extremos tanto por debajo, porque era imposible que un alumno tardase menos que la duración del vídeo, como por encima, cuando puede ser debido a un caso particular de alumnos con necesidades educativas o bien no sabe trabajar con el vídeo (de lo cual hablaré en el siguiente punto). De esta forma tendré un valor más real del tiempo de la tarea para los próximos cursos y  modificaré algunas de ellas para hacerlas más reducidas. Este tiempo estimado sería aconsejable que lo conocieran los alumnos previamente, para que les ayude en su planificación del trabajo.