En esta segunda entrada, me gustaría destacar un aspecto que, aún estando presente probablemente en todo tipo de alumnos, considero se incrementa mucho gracias a la Flipped Classroom: la responsabilidad del alumno. El argumento que avala esta idea es que el hecho de tener que aprender en casa exige una buena dosis de responsabilidad por parte del aprendiz. No es lo mismo hacer unos ejercicios lejos del aula después de haber escuchado la explicación del tema por parte del profesor que aprender la lección en casa. Quizá la diferencia es sutil, pero solo aparentemente. Pensemos, por ejemplo, en la enseñanza tradicional: el alumno sí o sí tiene que estar en clase para escuchar al profesor (podrá atender o no, pero tiene que estar en el aula). El alumno flipped tiene que escuchar, entender y asimilar una lección por su cuenta, en casa, solo. Obviamente, puede hacerlo o no. Y es ahí donde, si se trabaja bien, se consigue aumentar la responsabilidad del alumno. No es tarea fácil, pero si se habla con él y se le motiva y lo consigue, se logrará alcanzar uno de los aspectos más importantes en la formación de cualquier persona: ser responsable de su formación. O dicho de otro modo, ser consciente de que su formación es algo realmente importante en su vida.
Insisto en que la diferencia puede ser sutil, pero creo que no es lo mismo ser responsable delante de alguien (el profesor que explica) que serlo cuando no tienes a nadie que está junto a tí para comprobarlo. Cuando el alumno decide que es momento de escuchar la lección en casa solo, sin nadie que le diga “abre el libro”, está sumando enteros a su responsabilidad.
No creo que sea tarea fácil para los alumnos, por eso hay que hablar con ellos y hacerles ver que hay que cambiar la mentalidad (tal y como explicaba en la primera entrada). A veces, nos puede ayudar utilizar aplicaciones (Educanon o Edpuzzle) que “exigen” al alumno ver la lección, ya que nos permite fraccionar el vídeo con preguntas y recoger la nota de los aciertos. Con el tiempo, se logrará que el alumno no vea que ese tiempo es algo que se le exige sino algo necesario para aprender y formarse.
No puedo estar más de acuerdo con lo que dices Iñaqui. ¡Enhorabuena!
A la espera de la tercera entrega…
Muy bueno tu comentario Iñaqui. Felicitaciones. Efectivamente uno de los aspectos que más deserción producen en el aprendizaje individual es tener que administrar el tiempo para estudiar solo sin la «obligación» de escuchar al profesor. Desarrollar esa responsabilidad es un desafío para los docentes y le tenemos que dar mucha importancia a las acciones que promuevan la persistencia. Un abrazo.
Muchas gracias Rafa por tu comentario y me alegro de que congeniemos en los resultados que vamos teniendo tras darle la vuelta a la clase. Es bueno compartir para entender mejor y conocer ideas que pueden ayudarnos a mejorar.
Gracias también a ti, Ra£l. Efectivamente, la responsabilidad del alumno –que debe entender que es su aprendizaje y formación lo que está en juego– es algo ¡fundamental!. Los docentes tenemos que conseguir inculcar esa responsabilidad a nuestros alumnos hablando con ellos, motivándoles y, como bien dices, con acciones eficientes. Además, soy de los que piensan que esa responsabilidad en el aprendizaje se extenderá a otras facetas de su vida, de modo que, en el fondo, hablamos no solo de aprendizaje sino de formación integral de los alumnos.
Un abrazo.
Hola Iñaqui
¡Excelente la propuesta de Flipped Classroom! y totalmente de acuerdo con «esa responsabilidad en el aprendizaje se extenderá a otras facetas de su vida, de modo que, en el fondo, hablamos no solo de aprendizaje sino de formación integral de los alumnos.»
Saludos
Muchas gracias, Rosa, por comentar la entrada.
Me alegra estar en sintonía 🙂
Un saludo.
Iñaki