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Más allá de la regla «de 2 horas» con las pantallas: 10 consejos para la educación en la era digital

Durante años, la recomendación de la Academia Americana de Pediatría (AAP) en lo relativo al uso de la tecnología y los niños era bastante sencilla: limitar «ver» la televisión a 2 horas al día, y no dejar que los niños menores de 2 la viesen. Tras el surgimiento de Internet y nuevos dispositivos se establecieron recomendaciones  que ampliaban esas 2 horas a «medios de entretenimiento» (en general), con la recomendación de que los menores de 2 años no tuviesen acceso a las pantallas.

Pero en estos días, los límites entre lo que es entretenimiento y lo que no lo es muy difusa. ¿Estar practicando con un juego de matemáticas en un iPad es un entretenimiento ? ¿Cómo se aplica «la regla 2 horas» si su hijo accede intermitentemente a medios de comunicación, redes sociales… mientras hace sus tareas on-line? ¿Qué pasa con los mensajes de texto (que no dejan de ser una pantalla) cuando chatea con sus amigos- en vez de «de atarse» el teléfono de casa durante horas? (como solíamos hacer las generaciones previas de adolescentes ). Y si dejamos a nuestro niño ver un video en el teléfono para mantenerlo callado en un autobús lleno de gente (de modo que no recibamos un mal de ojo de todos a nuestro alrededor), ¿es tan malo?

Nuestros niños están creciendo en la era digital, y su educación tiene que reflejarlo. La AAP es consciente de esto, y está desarrollando diversas investigaciones  sobre los efectos de los medios de comunicación y la tecnología  en los niños, con el objetivo de dar las mejores recomendaciones a los padres y madres. Mientras tanto, han lanzado Diez consejos para los padres en la era digital:

 

  1. Tratemos a los medios de comunicación y a la tecnología como lo haríamos con cualquier otro ambiente en la vida de nuestros hijos. ¿Queremos saber lo que nuestros hijos hacen en la escuela y con sus amigos?;  también debemos saber lo que hacen en sus «mundos online». Y al igual que proponemos reglas sobre el comportamiento en la escuela y con los amigos, también las debemos reflejar en el uso de sus entornos virtuales.
  2. Establezcamos límites y alentemos los juegos «tradicionales». La AAP recomienda establecer «límites razonables» sobre el uso de los medios y redes sociales, que variarán con el niño y con cada situación. También es importante que los niños dispongan de bastante tiempo lejos de los medios de comunicación, y utilicen » sus cerebros y sus cuerpos» de diferentes maneras y que interaccionen con el mundo tridimensional que les rodea.
  3. Las familias que juegan juntas aprenden juntas. Esto es particularmente importante para los niños más pequeños – si vamos a dejar que utilicen la tecnología, participemos con ellos para que puedan apreciar las normas de las deportes, las reglas de «etiqueta», el saber ganar y perder y nuestras propias experiencias…
  4. Seamos unos buenos modelos a seguir. Si estamos todo el día conectados con el teléfono o el ordenador portátil, o encendemos el televisor tan pronto como nos sentamos en el sofá, ¿qué tipo de mensaje estamos enviando a nuestros hijos?
  5. Demos valor a la comunicación «cara a cara». No sólo es crucial para los cerebros en desarrollo de los bebés, también lo es para las relaciones y la salud mental. Los medios y redes sociales a veces pueden ayudar con esto, al igual que los y habituales chats de vídeo con parientes lejanos, sin embargo, la investigación muestra que una conversación física realmente interactiva es mucho mejor para el desarrollo lingüístico que cualquiera otra llevada a cabo en un entorno tecnológico.
  6. Creemos zonas «libres» de tecnología. Mantengamos las horas de las comidas y reuniones sociales libres de tecnología Pongamos los dispositivos de recarga durante la noche fuera de la habitación de su hijo para evitarles caer en la tentación de usarlos cuando deberían estar durmiendo. Estos cambios alientan a pasar mas tiempo en familia, hábitos alimenticios más saludables y mejor sueño, todos ellos críticos para el bienestar de los niños.
  7. No utilicemos la tecnología como «un chupete emocional». Sí, puede ser útil con el niño en el autobús lleno de gente, como decíamos al principio de esta entrada. Pero los niños también necesitan aprender a manejar las emociones – y el aburrimiento (qué bueno es que se aburran de vez en cuando, así potenciaremos su creatividad)- sin la ayuda de un dispositivo. Es una habilidad importante para sus vidas.
  8. Contrastemos el auténtico valor de los recursos TIC para el aprendizaje. Hay 100.000 apps para dispositivos móviles, pero muy pocas son verdaderamente de calidad. Páginas como eduapps y otras muchas más nos pueden proporcionar información sobre las mejores para cada edad o contenido educativo. También los propios maestros de nuestros hijos, especialmente si se usan tablets en el colegio, nos podrán dar una orientación adecuada. No solo las apps, también los juegos online, los programas de Tv, las redes sociales…
  9. No está tan mal para nuestro hijo adolescente «estar online». Realmente es donde ellos se conectan , y puede que no sea una buena idea mantenerlos radicalmente fuera. Ellos, sin embargo, tienen que aprender a ser ciudadanos digitales buenos y responsables: No debe dejar las actividades y relaciones fuera «de línea» de tiempo en línea. Recuérdales que nada de lo que hacen online es realmente privado – y todo lo que hacen es potencialmente permanente.
  10. Seguro que podrán cometer errores. Porque eso es lo que hacen los niños. Se caen de sus bicicletas, rompen las reglas, hieren los sentimientos de sus amigos… Pueden cometer errores en sus mundos «en línea», también. La AAP recomienda tratar esos errores con empatía, y convertirlos en momentos de aprendizaje. Pero si los «errores» continúan, especialmente si tenemos preocupaciones acerca de la intimidación, el sexting, o signos de depresión, informemos a su médico y consultemos a los docentes de su centro..