Cuando planificamos el material con el que vamos a diseñar una unidad flipped se suele partir de varias opciones. Por un lado, existe la posibilidad de usar material ya disponible en la red y que puede servirnos para trabajar un determinado contenido con nuestros alumnos. Por otra parte, se puede optar por la creación de material propio, es decir, el diseño de nuestro propio vídeo con el que vamos a trasladar al espacio individual del alumnado un contenido que, posteriormente en el espacio grupal, vamos a trabajar de modo activo o insertándolo con otras metodologías activas. Personalmente, estoy a favor de la creación propia de vídeos y es a lo que he ido avanzando desde que comencé a implantar este modelo en mis clases. Y seguro que estarás de acuerdo conmigo en que lo que más demandan los alumnos es que quieren escuchar (y también ver) a su profe. Es entonces cuando se produce esa conexión (también relación) que es fundamental para que el estudiante contextualice el contenido y lo trabaje mejor.

 

En este sentido, los doce principios del aprendizaje multimedia de Richard Mayer pueden servirnos de guía para la creación de nuestros vídeos flipped. Una serie de apartados que, considero, tienen mucho que ver con el enfoque flipped classroom, debido a que no solo tiene en cuenta la calidad de los productos que diseñemos o creemos para los alumnos, sino que también pone el foco en el estudiante, quien se beneficia mucho del aprendizaje profundo que se persigue tanto en la herramienta que elijamos para los vídeos como el tipo de preguntas que trasladaremos. Así, obtendremos unos datos que nos servirán para diseñar actividades en clase, potenciando lo que se ha adquirido y mejorando aquellas debilidades que hayamos detectado.

Para ello, he creado la siguiente infografía en la que se pueden visualizar los doce principios analizados por Richard Mayer y que puede servir de guión o referencia en la planificación, diseño y creación de tus vídeos flipped. Espero que os guste.