Una de las preguntas que más solemos hacernos es cuál es la longitud del vídeo educativo que nos parece adecuada. Buscando información sobre ello, me he encontrado con dos trabajos muy interesantes que paso a comentar y resumir de forma conjunta. POr un lado se halla este interesante estudio de Wistia y por otro el trabajo de Guo et al. How Video Production Affects Student Engagement: An Empirical Study of MOOC Videos
Los seres humanos tienen intervalos de atención cortos. Y debido a la gran distracción que es Internet, se está haciendo más difícil que nunca centrarse en una sóla cosa a la vez. La empresa SumoMe, especializada en analítica para blogs, analizó más de 650.000 sesiones y se encontró que sólo el 20% de los lectores se leían los artículos hasta el final (vamos a hacer este post corto para evitar perder al 80% de vosotros.). Asumiendo que los resultados deberían ser similares para el caso de los vídeos, Wistia decidió analizar los datos de sus clientes para echar luz sobre este asunto. Para ello se analizaron 564.710 vídeos, y más de 1.3 billones de visualizaciones, lo que se trata, sin duda, de un estudio altamente representativo.
Longitud de vídeo versus compromiso (engagement)
El estudio demostró que efectivamente los seres humanos tenemos intervalos de atención cortos, pero se obtuvieron otras interesantes conclusiones.
Debido a que cada vídeo tiene una longitud diferente, se estudió la relación entre la longitud del vídeo frente al compromiso (engagement), es decir el porcentaje de usuarios que lo ven hasta el final. También resultaba de interés saber si los usuarios tendrían en cuenta la duración del vídeo para decidir si empiezan a verlo o no.
Resulta obvio que se esperaba que el engagement disminuyera con la longitud del vídeo. Es decir, cabe esperar que haya más gente que vea un vídeo de 1 minuto que uno de 2 minutos. Pero también parecía lógico pensar que pasar de 1 minuto a 2 minutos (una diferencia de 1 minuto) tendría un impacto mucho mayor en el engagement a medida que aumenta la longitud del vídeo, en el salto de 10 minutos a 11 minutos, por ejemplo.
En términos matemáticos, se esperaba que la relación no fuera lineal, sino una caída de tipo exponencial como la siguiente:
No obstante, la realidad fue bastante distinta. Tal y como puede verse en la siguiente gráfica, el punto dulce se corresponde con una longitud del vídeo de 2 minutos. Después de eso, la caída en el engagement es significativa. En la gráfica podemos distinguir cuatro zonas de interés, a partir de las cuales podemos extraer otras tantas conclusiones relevantes.
Conclusiones relevantes sobre la longitud del vídeo
- Los vídeos de hasta 2 minutos de largo obtienen un engagement constante. Es decir, un vídeo de 90 segundos captará la misma atención de un espectador que un vídeo de 30 segundos. Este resultado es sorprendente y útil para los creadores de vídeos. Si estás haciendo vídeos cortos, no necesitas hacer hincapié en la diferencia de unos segundos. Basta con mantenerlo por debajo de los 2 minutos.
- Hay una caída significativa entre 2 y 6 minutos, más anunciada hasta el minuto 3. Después de 2 minutos, cada segundo cuenta. Aquí es donde comienza la caída exponencial. Esto no quiere decir que se deba recortar un vídeo de 10 minutos a 2 minutos -algunos contenidos requieren vídeos más largos- pero sí sugiere que deberías recortar los vídeos de hasta 3 minutos hasta los 2 minutos para aumentar la atención de los espectadores.
- El intervalo entre 6 y 12 minutos es la segunda zona dulce. La caída de engagement empieza a nivelarse después de los 6 minutos. Ya vimos que cada segundo cuenta entre 2 y 6 minutos, pero en cambio apenas hay caída entre 6 y 12 minutos. Si la longitud del vídeo termina siendo de 8 minutos en lugar de 7 minutos, ello no debería tener un efecto significativo en el engagement. Consejo: Más allá de 2 minutos, el interés se centra en el contenido. Si el espectador se va a beneficiar de la brevedad, haz un vídeo corto, pero si debe beneficiarse de la profundidad, no recortes en aras sólo de la brevedad.
- Proceder con precaución después de 12 minutos. Al igual que en la escritura, un vídeo tiene que ser tan largo como debe ser. Los vídeos más allá de los 12 minutos deberían ser narraciones o historias o tutoriales largos e intensos. En ambos casos, los espectadores ya se esperan que el vídeo debe ser más largo. Sin embargo, cada minuto más allá de 12 significa que se está perdiendo audiencia. Y aunque la caída de 12 a 20 minutos es menos pronunciada que la existente entre los 2 y 6 minutos, es importante porque los vídeos más largos requieren mucho más tiempo y trabajo de de creación.
El estudio de Wistia resulta sumamente interesante, pero fue realizado para todo tipo de vídeos, muchos relacionados con el mundo del márketing, así que necesariamente debe complementarse este estudio con el de Guo et. al., ya centrado específicamente en la longitud del vídeo educativo, a partir de de datos extraídos de MOOCs de la plataforma edX. Partiendo de que ya cabe esperar que un alumno esté dispuesto a ver un vídeo más largo, sin entrar en mayores detalles, el estudio concluye que la curva dulce del engagement se alarga hasta las 6 minutos, cayendo de forma significativa a partir de ahí hasta los 10 minutos, donde ya se produce una caída más pronunciada.
Recomendaciones finales sobre la longitud del vídeo educativo (la regla 2-6-10): Si decidimos usar un vídeo breve para explicar un concepto, o realizar una pequeña presentación, el vídeo puede extenderse sin pérdida de engagement hasta los 2 minutos. Más allá de 2 minutos, el interés del vídeo ya se centra en el contenido, como es el caso de los vídeos educativos donde el contenido prima. En este caso, la longitud del vídeo puede extenderse hasta los 6 minutos. A partir de ahí, cada minuto adicional supone pérdida de engagement, y deberiamos fijarnos un límite máximo de 10 minutos. La recomendación es invertir en la pre-producción de la lección para segmentar los vídeos en trozos de menos de 6 minutos, a ser posible.
Estupendo entrada. Ofrece una serie de reflexiones sobre la duración de la formación en videos que tiene una aplicación práctica inmediata. Me estaba preguntando cuales son los tiempos en el caso de la formación presencial, serán más amplios, pero seguro que tienen sus puntos dulces y críticos.