La sexta pregunta que podía uno encontrarse en una entrevista de trabajo era: ¿Cómo estás seguro de que tus alumnos están trabajando? Hoy nos preguntarían: ¿Cómo darás a tus estudiantes la oportunidad de que contribuyan con trabajo interesante para los demás? Los estudiantes no están motivados por las notas, es algo externo a ellos, que se les asigna, eso no es verdadera motivación, pero si les damos una razón más para trabajar y trabajar bien, conseguiremos más implicación y entusiasmo. El ejemplo que el autor pone en el artículo sobre un colega suyo es genial. Sus alumnos de geometría preparan material para niños ciegos, con lo cual están desarrollando muchas más habilidades para ponerse en el lugar del otro, además, desde luego, de aprender lo que se les pide. Un ejemplo mucho más modesto es el de mis alumnas de 5ºEP haciendo una demostración de experimentos para alumnas de 3ºEP, para lo cual han tenido que preparar la explicación, hacer los pasos de forma clara y motivante, dirigir la clase, pedir voluntarias para experimentar de forma controlada, respetar turnos, preparar y recoger, adornar la clase… en fin, el experimento es sólo una cosa más, aprenden muchas más cosas, llevan a cabo un proyecto. Este tipo de actividades dan mucho más sentido al trabajo, a la vez que se tornan contributivos e implican al estudiante con algo que les motiva de verdad.

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Por último, la séptima pregunta. ¿Cómo manejas la clase? Se convierte en ¿Cómo consigues que tus estudiantes se hagan dueños de su propio aprendizaje?

Si antes el estudiante era dependiente del profesor, hoy éste busca que aprendan a aprender. Autonomía, contribución, alumnos colaboradores, hoy en día necesitamos personas con ideas.

 

La tecnología no aparece en ninguna de las cuestiones anteriores, ya que la tecnología está al servicio de la educación y no al revés, lo que el profesor debe saber se da por hecho cuando es capaz de resolver las demás preguntas, ya que es esencial para el cambio que se demanda. Todo este cambio se hace de forma gradual, no se enciende un botón y ya está, pero personas que lo vayan haciendo son quienes contribuyen a ese cambio necesario. Es un momento de transición y esto lleva tiempo. ¿Es el profesor necesario o no para llevarlo a cabo? El rol del profesor es realmente importante, y debe estar por detrás del alumno, verdadero protagonista del proceso.