Como hemos analizado en numerosas ocasiones, el rol del profesor ha cambiado mucho en los últimos años. El planteamiento que Alan November hace en su artículo The 7 questions every new teacher should be able to answer nos explica cómo desde los centros se plantea el problema de elegir bien. La otra cara de la moneda es lo que un profesor debe saber contestar en una entrevista de trabajo. La realidad es que no se puede pedir ni esperar lo que funcionaba hace 25 años, cuando sólo te preguntaban cómo ibas a transmitir los conocimientos, y cuáles eran esos, a tus alumnos. Me gusta cómo el autor comenta que la gran oferta de material que hay en internet «devalúa el saber» del profesor sobre la materia, es una buena forma de explicar el cambio de rol que hemos experimentado. La habilidad de transferir conocimiento era lo que se valoraba del profesor, ahora eso lo hace casi cualquier portal educativo, además ofrece distintos estilos de aprendizaje. Sin embargo, lo que aumenta es la necesidad de que los profesores sepamos utilizar estos recursos para llegar a un aprendizaje personalizado. Se necesitan profesionales que sean capaces de hacer uso de esta ingente cantidad de recursos para lograr lo mejor de cada uno de sus estudiantes. Los centros demandan gente que sea capaz de afrontar los cambios que están por venir a la vez que se manejan con la presión de los resultados numéricos que hoy nos están exigiendo. Más importante, si cabe, que el profesor sea capaz de lograr que sus estudiantes sean cada vez más autónomos en aprender a aprender, para hacerse, al final, dueños de su propio aprendizaje; así pues, un buen profesor es más necesario que nunca. No es ya la tecnología lo que supone el gran cambio, sino la forma de “enseñar” y “aprender”.
Las siete preguntas que podrías encontrar en una entrevista de trabajo son la que siguen, así como sus homólogas en el pasado.
La primera pregunta que podías encontrar en una entrevista de trabajo se ha centrado siempre en tu conocimiento acerca de la materia que vas a impartir, cuánto sabes, hoy te preguntarían sobre tu capacidad de crecimiento profesional, si eres capaz de seguir aprendiendo, cómo lo haces, si tienes criterio para seleccionar fuentes fiables e interesantes, si has hecho algún curso online, si estás en twitter y eres capaz de encontrar recursos online que puedas compartir con tus estudiantes. No hay que olvidar las comunidades online profesionales, continuamente siendo alimentadas por el conocimiento de muchas personas.
En segundo lugar, si antes te preguntaban cómo pensabas compartir con tus alumnos lo que sabes, ahora te preguntarán cómo puedes enseñar a tus alumnos a aprender lo que tú no sabes aún, pregunta que podría sustituirse por un: ¿Cómo enseñarías a tus alumnos a aprender como tú aprendes? Esto está claro cuando lo importante es que el alumno se haga con su aprendizaje; cada vez más se pide al estudiante que busque información y al profesor que fomente su curiosidad y asombro, y esto va a hacer que los más aventajados te superen, lleven a clase preguntas que no sepas contestar y debas investigar con ellos. Este es el mejor de los supuestos. Se da por hecho que tú tienes los conocimientos suficientes y que aquello que aprendes con y gracias a tus estudiantes es extraordinario.
La tercera de las preguntas que se hacía es cómo enseñas a tus alumnos a resolver problemas, hoy sería algo como: ¿Cómo enseñas a tus estudiantes a ser diseñadores de problemas?
Antes planteábamos al estudiante un problema y le enseñábamos a resolver y quizá le pedíamos memorizar esa ruta de resolución del problema. Ahora nos planteamos cómo hacer que se planteen las mejores preguntas, que vayan al meollo de las cuestiones al tiempo que son capaces de resolver los problemas. En esta página hemos hablado muchas veces de la importancia de saber preguntar. Cuando los profesores preguntamos y hacemos pensar a los alumnos, estamos trabajando más de una destreza, si preparamos a los alumnos a hacer buenas preguntas, estamos multiplicando sus habilidades. El pensamiento creativo es muy necesario en momentos de cambio como los que estamos viviendo. En este momento se puede encontrar en internet respuesta a casi cada pregunta que se plantea en la escuela, lo difícil es encontrar buenas preguntas, según el autor.
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