En este pasado curso hemos asistido a un gran auge de la gamificación aplicada a la educación. En mi opinión, creo que muchas de estas herramientas de gamificación pasarán «sin pena ni gloria» por las escuelas… y desaparecerán, pues son fruto de la moda. Y sobre esto quería reflexionar en esta ocasión: de las metodologías-moda en la educación.
¿Le pasará esto mismo a la Flipped Classroom? ¿Este modelo pedagógico será una moda pasajera, o ha venido «para quedarse»?
Creo que hay un peligro que subyace a toda nueva metodología o herramienta que se englobe dentro del paraguas denominado «innovación educativa»: utilizar la novedad o lo que está de moda sin pararnos a pensar cuál es el objetivo pedagógico que queremos conseguir y sin estar seguros que responde a los objetivos educativos que pretendemos trabajar con esa herramienta. Ahora mismo me viene a la cabeza el famoso escape room que tanto ha florecido en este curso escolar que hemos terminado. Me surgen muchas dudas de si será una metodología de futuro o, por el contrario, es fruto de una moda surgida a raíz de este juego; lo mismo pienso de todas esas actividades de retos elaboradas con la estructura del juego Crash Royale o similares. Seguramente que consiguen grandes cosas en los alumnos (motivación, engancharse a las tareas, competitividad sana, superación…), pero no sé si esto es motivo suficiente y duradero para introducirlas en el aula y considerarlas realmente «innovación»; sin hablar del muchísimo «curro» que supone preparar este tipo de actividades…
El modelo del Flipped Classroom también corre este riesgo: el de ser una moda; de hecho, no faltan profesores en las redes sociales que así lo manifiestan (con mayor o menor educación, agresividad o (des)conocimiento de causa) Sería una lástima y una oportunidad perdida si al Flipped Classroom le ocurriera esto y, para que esto no ocurra, creo que la clave está en tener en cuenta los siguientes elementos:
- La reflexión, previa a la implantación, que debe hacer el profesor sobre cuáles son los aspectos de su docencia que quiere mejorar con la nueva metodología que va a implantar en su docencia.
- Antes de implantar un modelo pedagógico el profesor debería saber cuáles son las fortalezas y debilidades de sus alumnos y, teniéndolas en cuenta, adaptar la metodología para que el aprendizaje sea un éxito.
- Preguntarte ¿qué habilidades quiero trabajar «de fondo» al aplicar esta metodología?: aprender a pensar, aprendizaje a partir de los propios errores, cooperación en la realización de las tareas, que el alumno gane autonomía en su aprendizaje, atender a los alumnos con necesidades educativas…
- Utilizar siempre herramientas técnicas o modelos pedagógicos que sean duraderos en el tiempo, es decir, que no sean fruto de las modas que van surgiendo y nos van imponiendo; el estar continuamente cambiando llega a ser agotador para el profesor… Por ejemplo, la herramienta o técnica de enseñar al alumno a pararse a pensar sobre lo que va aprendiendo y cómo lo va aprendiendo (para poder así mejorar) es «más viejo que la tos», siempre se ha hecho y siempre se hará en las escuelas…
- Y, por último, tener claro cuál es el modelo pedagógico que quiero implantar y que mejor se adapta a mi estilo de enseñanza, porque todo no se puede… Si andamos cambiando de metodología según las modas, o sin reflexión previa, lo único que conseguiremos es volver locos a nuestros alumnos.
Por todo esto que hemos comentado, el Flipped Classroom se quedará en una moda si los profesores lo utilizan solo «por cambiar o hacer algo nuevo» en sus clases. Sin embargo, no será una moda si somos capaces de utilizar este modelo pedagógico como el marco que nos permitirá realizar un cambio educativo profundo, real y duradero, porque de esta manera seremos capaces de darle el protagonismo al alumno sobre su propio aprendizaje; y al profesor le proporcionará el tiempo que necesita en el aula para poder implementar los cambios necesarios en su metodología para que esta se adecúe a las necesidades de sus alumnos y las características de la educación del siglo XXI (que ya no son las mismas que había en los siglos pasados)
Por todo ello te animo a que leas algún libro que narra experiencias que ya se están llevando a cabo utilizando este modelo. El libro titulado «33 experiencias que ponen patas arriba en aprendizaje», en el que muchos profesores te contamos lo que hacemos en nuestro día a día en el aula, te puede ayudar a descubrir todo el potencial del Flipped Classroom (AQUÍ puedes leer mi opinión sobre este libro)
¡¡¡Así que anímate, que la Flipped Classroom no es ni será solamente una moda!!!
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