El término Kamishibai (紙芝居?), literalmente significa «drama de papel«, es una forma de contar historias que se originó en los templos budistas de Japón en el siglo XII. El gaito kamishibaiya, o cuentista golpeaba dos pedazos de madera comúnmente unidos por una cuerda, llamadas hyoshigi, para anunciar su llegada a las diferentes villas. Una vez ubicada la audiencia, gaito kamishibaiya contaba varias historias utilizando para ello un pequeño escenario de madera en el que se insertaban ilustraciones que se iban removiendo a medida que se contaba la historia. ( tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Kamishibai)
Quizá por deformación profesional, rápidamente traté de buscar cómo encajarlo en el modelo flipped y, como no podía ser de otra forma, lo encontré rápido en parte gracias a un grupo de profesionales que trabajan en un blog en el que cuentan qué es, experiencias e incluso han colgado trabajos realizados en distintos lugares e idiomas. http://kamishibai.educacion.navarra.es y que inspira en una nueva forma de crear material muy útil para distintos fines.
En nuestro modelo, el Kamishibai ofrece grandes oportunidades de trabajo colaborativo. No sólo casi cualquier tema que elijamos es posible, sino que entran casi todos los niveles de conocimiento de la taxonomía de Bloom: recordar, aplicar, análisis, síntesis, creación. Las capacidades lingüística (oral y escrita), plástica son innegables, además, el tema sobre el que queramos trabajar. Como actividad de clase, después de haber visto en casa el vídeo con los conceptos más importantes sobre los que trabajar, puede ser un fantástico recurso. Ejemplos para despertar la imaginación: polinización, volcanes, un problema de matemáticas, valores humanos, una leyenda con moraleja, etc.
Recordemos, además, que nuestros alumnos tienen un cuidado especial en la creación de material o trabajos que han de ser presentados a sus compañeros, es un público mucho más atrayente que el adulto, ellos saben valorar el trabajo de verdad…