La tarea escolar en la clase invertida.

La tarea escolar en la clase invertida.

«La tarea del educador moderno no es podar las selvas, sino regar los desiertos» Clive Staples Lewis.

Desde hace año y medio aproximadamente, abracé el modelo de la clase invertida y he de admitir que al principio no fue fácil. Creo que la mayoría de nosotros nos hemos encontrado con un denominador común: el acceso de nuestros alumnos a los contenidos. En este modelo pedagógico no es esencial disponer de un ordenador de sobremesa para poder llevar a cabo dichas tareas; la existencia de tabletas o teléfonos inteligentes suple dicha carencia.

Además, el profesor ha de proporcionar a los alumnos herramientas de comunicación tanto fuera como dentro clase (Google+, Edmodo o aplicaciones móviles: TeachersKit o iDoceo); herramientas que posibiliten un aprendizaje más global con la interacción del profesor como guía en ese camino. En definitiva, un libro de texto no es la guía de contenidos; se ha convertido en una «guía» curricular limitada y cerrada.

Llegado a este punto, el alumnado de nuestras escuelas poco o nada se parecen a los de generaciones anteriores ya que tienen multitud de canales de información, por lo que el rol del profesor es, entre otros, ofrecerles plataformas alternativas para desarrollar el contenido de las materias. Es necesario, pues, un cambio en el modelo o forma en el que nuestros alumnos reciben su aprendizaje.

El visionado de los vídeo-tutoriales aportados por mí suponía también una tarea escolar para ellos que, evidentemente, tenía que supervisar para un correcto desarrollo de la parte presencial en el aula. Recientemente, Ricardo Morales (ponente de Cambridge English Language Assessment) expuso en un webinar sus cinco herramientas necesarias para lograr que la tarea escolar fuese fructífera: herramientas, objetivos, deberá ser apropiada, planificación y evaluación.

Me gustaría trazar un paralelismo de las pautas de Morales con las propias en el proceso de elaboración de una clase invertida:

1) Herramientas. Serán individuales atendiendo a la diversidad de nuestro alumnado. El modelo flipped classroom permite que los estudiantes puedan acceder a los recursos en varias ocasiones, pudiendo repetir la explicación cuanto deseen. Al mismo tiempo serán grupales: Los vídeos que subamos responderán a unos contenidos que, curricularmente, deben impartirse. Contextualizadas: Los recursos aportados estarán orientados al nivel educativo que impartamos, alejándonos de las clases magistrales o tecnicismos innecesarios. Reales: Nuestros recursos digitales que aportaremos a la clase invertida deberán ser aplicadas desde una perspectiva práctica y real. Debemos entender el mundo de nuestros alumnos, acercándonos a ellos y saber qué herramientas necesitan realmente.

2) Objetivos. Consensuado: El profesor debe exponer a sus alumnos qué espera de ellos: competencia cognitivo-escolar para trazar una hoja de ruta clara y concreta al proceso de enseñanza-aprendizaje. Alcanzable: Las herramientas que trabajamos deben ser alcanzables por nuestros alumnos y acercarlos lo más posible a la meta del aprendizaje. Nos alejaremos, pues, de falsas expectativas o retos imposibles. Adquirido: En cuanto al punto anterior, las grabaciones ha de ser lo suficientemente claras para asegurarnos que los alumnos han comprendido su contenido y volverán a clase dispuestos a asimilarlo.

3) Ha de ser apropiada. Nivel del contenido: Adaptaremos el contenido de nuestros recursos a la realidad del currículo; sabemos qué exigir y cómo exigirlo. Motivacional: Es innegable que la presencia de las TIC en la pedagogía actual es un atractivo para los alumnos: forma parte de su mundo (nativos digitales). El modelo de clase invertida tiene ese factor común. Claridad: Cada sesión ha de ser presentada con claridad, deben saber qué realizar y cómo se llevará a cabo posteriormente en el aula.

4) Planificación. Preparación: No olvidemos que el modelo de clase invertida es previo al aula. Por tanto, deberemos prepararlo con tiempo y obtener los recursos necesarios para lograr un buen vídeo: breve, claro y directo. Plazos: Concederemos al alumnado un plazo suficiente para su visionado. No es aconsejable márgenes inferiores de 24-48 horas. Instrucciones: ¿Qué queremos conseguir?, ¿Qué queremos que consigan?

5) Evaluación. Tendrá que ser evaluable y real. Es aconsejable no incluir contenidos que luego se desvanecen y no se concretan en el aprendizaje. Feedback: Uno de los puntos fuertes de la clase invertida es el aprendizaje colaborativo. Todos nos beneficiamos de este modelo: alumnos y profesores. Informativa y tutorial: Con el modelo «flipped», las familias están indirectamente informadas sobre los que sus hijos aprenden y qué necesitan para mejorar o superar un contenido en concreto (he usado rúbricas en varias ocasiones y el resultado ha sido excepcional).   Para concluir, la elaboración de una clase invertida debe centrarse en el alumno y en su aprendizaje. Los términos «profesor», «maestro», «teacher», «teaching» están dando a paso a otros donde el estudiante es el epicentro del proceso de aprendizaje: «learner», «learning»… como meta, no sólo en el modelo «flipped», sino también en otros.

Infográfico: