Como bien sabéis, Bergmann y Sams, allá por 2007, comenzaron a implementar, de manera más o menos rigurosa, su modelo Flipped Classroom. Lo hicieron en lo que, para los estadounidenses, es una zona rural. Woodland Park, según la Wikipedia, cuenta con más de 7000 habitantes. No obstante, la percepción social y demográfica en otros países, quizá nos lleve a considerar como rural, a otro tipo de localidades mucho más pequeñas. 500 habitantes, 300 o, incluso, menos de 100 (96 habitantes censados y unos 60 reales, como es el caso de la localidad donde trabajo).
Las características del entorno sociocultural, probablemente difieran entre una localidad de 7000 habitantes y una de 60. Asimismo, la estructura del centro también varía enormemente; si tenemos en cuenta que, en la zona rural española, predominan los Colegios Rurales Agrupados.
Martínez y Bustos (2011) consideran que la creación e implantación de la escuela rural, se desarrolló desde el punto de vista que marca el currículo único, propio de los sistemas educativos nacionales; los cuales son un fiel reflejo de la modernidad (homogeneidad y jerarquía). Sin embargo, el centralismo propio de un centro ordinario, no tiene cabida en un colegio formado por 6 aulas, diseminadas entre 4 localidades, por ejemplo. Algunas de las cuales, pueden estar separadas por varias decenas de kilómetros.
En estos centros, abundan las aulas multinivel o multigrado (Boix,2011). En concreto, en Aragón, en el curso 2015/2016, había 74 CRA’s, con 404 aulas multinivel y 199 aulas unitarias (Instituto Aragonés de Estadística). La estructura de este tipo de aulas, presenta bastantes diferencias, respecto a un aula ordinaria. Boix, (1995), Bustos, (2007) y Pérez, (2009) consideran que, líneas generales, en este tipo de aulas, de da:
- Adecuación del curriculum a cada alumno.
- Asunción del modelo cooperativo.
- Cambios metodológicos, centrando el proceso de aprendizaje en el propio alumno.
- Apertura del centro al contexto inmediato.
Estas «aulas inclusivas», en el sentido que le dan Stainback y Stainback, (2007), son espacios, donde la diversidad es lo natural, no lo excepcional. Donde el saber circula de arriba a abajo, entre alumnado de diferentes niveles; y en horizontal, cuando existe coincidencia, puesto que el trabajo en grupo es, como se ha dicho, bastante frecuente. Lugares, en los cuales, el alumnado ha de ser autónomo, desde bien pequeño; siendo responsable de su propio aprendizaje, durante muchos momentos, cada día. Como puede suponerse, el docente no puede abarcar todo a la vez. Diferentes niveles, contenidos, vocabulario, actitud…
Dicho esto, el modelo Flipped, a priori, encaja perfectamente: individualización, autonomía, trabajo en equipo, docente que no lleva el peso, sino que actúa como guía; fomento de metodologías activas, aprendizaje inductivo que parte del entorno cercano…Ahora bien, en la práctica, las propias características de estas aulas y centros que, por un lado, fomentan la innovación (Abós, 2011); suponen, a su vez, algunas dificultades para implementar el modelo FC.
De todas ellas, la que más preocupa, como así lo atestigua el profesorado de Aragón, que se está formando al respecto (a través de la plataforma Aularagon, con materiales del propio Raúl Santiago); es la carencia de tecnología. Bien por falta de unidades, por su estado obsoleto; bien por la deficiente conectividad de algunas de estas zonas rurales. Aspecto este, no solo exclusivo de los centros; en estos entornos, la penetración de las TIC en los hogares, dista de ser siquiera similar a la situación de las zonas urbanas.
De esta manera, nos encontramos con que, parte del alumnado no dispone de ordenador u otro tipo de equipo en su casa. La propia clase, con un poco de suerte, puede tener 2 ó 3, con entre 5 y 10 años de antigüedad; y de los cuales, es probable, que alguno no tenga un funcionamiento correcto.
Por otro lado, en la propia clase, como ya se ha dicho, existen diferentes niveles curriculares, con lo cual, es frecuente encontrar alumnado de Educación Infantil, o de los primeros cursos de Educación Primaria; a los cuales, personalmente, no considero necesario ni adecuado, solicitar tarea extraescolar (pero ese es otro debate diferente).
Por lo tanto, si no tenemos suficiente tecnología y no solemos pedir, a parte del alumnado, tareas para casa; ¿cómo vamos a invertir nuestras clases? La respuesta la encontramos en la propia configuración del Flipped Classroom, como modelo abierto y diverso. El Just In Time Teaching y la versión In Class Flip, considero, son los «ases bajo la manga», para poder implementar el modelo Flipped Classroom, en las aulas multinivel de la zona rural. Mientras unos están aprendiendo, de manera autónoma, con vídeos o materiales digitales; el docente está atendiendo las dudas específicas de otro grupo, que ya ha realizado una fase de preparación previa.
Por no extenderme, piénsese en un aula unitaria, con tres grandes grupos de alumnado (Infantil, primeros cursos de Primaria, y últimos cursos de esta etapa, por ejemplo). Tres grupos y tres formas de introducir el FC, bajo una organización conjunta, bajo la cual, el docente, pueda abarcar a todos y cada uno :
- 4º, 5º y 6º. Combinación de flip tradicional más JITT, en base trabajo de preparación previo, supervisado por el docente antes de la sesión; con In Class Flip, en secuencia que intercala momentos de información externa (en ocasiones docente, otras vídeo o material digital), con puesta en común y aplicación con docente y grupo. No se solicita preparación previa de manera frecuente, puesto que supone un esfuerzo desplazarse hasta zonas/espacios con conexión y equipos.
- 1º, 2º y 3º. In Class Flip, progresivo, en determinadas áreas; combinando aprendizaje autónomo con vídeos o materiales digitales y/o explicación breve de alumno de curso superior, con puesta en común y aplicación con docente y grupo.
- Infantil. In Class Flip muy light y en determinados momentos; combinando vídeos con explicaciones del docente, o de alumnado de curso superior, o libre exploración manipulativa; con puesta en común oral y/o a través de juegos simbólicos.
Un ejemplo, de cómo se puede planificar una sesión de Flipped Classroom en un aula unitaria (que puede trasladarse a otro tipo de multinivel), puede ser el siguiente:
De esta manera, el docente, organiza la sesión de forma, que puede disponer de tiempos específicos para cada grupo y cada alumno; bien para explicar y dinamizar con los más pequeños, bien para resolver las dudas de aquellos que, por capacidad y madurez, pueden desarrollar procesos de aprendizaje autónomo eficientes.
Algunas de las secuencias y proyectos desarrollados, bajo es modalidad de FC pueden verse aquí:
- http://dgafprofesorado.blogspot.com.es/2017/02/flipeando-un-aula-unitaria-2.html
- http://dgafprofesorado.blogspot.com.es/2017/02/flipeando-un-aula-unitaria-3.html
Así como en la experiencia presentada al III Congreso Europeo de Flipped Classroom, que se publicará en esta web en los próximos días.
Como conclusión, aclarar que si bien es cierto que, las condiciones de la escuela rural, pueden limitar la aplicación «estándar» del modelo FC; personalmente considero que, su uso puede ayudar a configurar una pedagogía específica del aula multigrado, como pretendo comprobar en la investigación de mi tesis.
Bibliografía
Abós, P. (2011). La escuela en el medio rural y su presencia en los planes de estudio de los grados de maestro de Educación Infantil y Educación Primaria de las universidades españolas. Profesorado. Revista de Curriculum Y Formación Del Profesorado, 15, 2, 39–52.
Bergmann, J. & Sams, A., (2014). Dale la vuelta a tu clase: Lleva tu clase a cada estudiante, en cualquier momento y cualquier lugar. España: Editorial SM.
Boix, R. (2011). ¿Qué queda de la escuela rural? Algunas reflexiones sobre la realidad pedagógica del aula multigrado. Profesorado Revista Curriculum Y Formación Del Profesorado., 15, 2, 13– 23.
Bustos, A. (2007). Enseñar en la escuela rural aprendiendo a hacerlo. Evolución de la identidad profesional en las aulas multigrado. Profesorado. Revista de Curriculum Y Formación Del Profesorado, 11(3) 1-26. Disponible en: http://www.ugr.es/~recfpro/rev113COL5.pdf
Martínez, J. y Bustos, A. (2011). Globalización, nuevas ruralidades y escuelas. Profesorado. Revista de Curriculum Y Formación Del Profesorado, 15, 2. 3-12.
Stainback, S. y Stainback, W (2007). Aulas inclusivas. Un nuevo modo de enfocar y vivir el currículo. Madrid: Ediciones Narcea.
Me ha parecido muy interesante este artículo y también los recursos presentados. Trabajar en unitarias tiene mucha dificultad, así es que las aportaciones dadas son muy útiles y creo que se pueden utilizar en general para superar la gran diversidad del alumnado. Gracias.
Muchas gracias, Marian.
Trabajar, en este tipo de aulas, es una experiencia maravillosa, que recomiendo a todo el que pueda.
Saludos.