¿Flippear o no flippear? Esa NO es la cuestión esencial.

Lo que realmente importa es generar dinámicas de aprendizaje eficientes en el aula. Yo diría que lo que tenemos que hacer es revisar lo que acontece cada día en nuestras aulas y si eso nos gusta o no, analizar cuáles son las actividades que funcionan realmente, aquellas a las que nos hubiera gustado dedicar más tiempo y cuales otras nos gustaría eliminar.

¿Yo le estoy intentado dar la vuelta a mis clases?: . ¿Lo voy a seguir haciendo?: definitivamente sí.

Acabo de finalizar mi periodo docente con los alumnos del primer curso del grado de educación y, previsiblemente, futuros maestros. En una entrada de hace unas semanas expuse cuáles habían sido los objetivos y los recursos que había utilizado. Pero…¿me he siento realmente satisfecho? En unos grupos tan numerosos de alumnos (cerca de 80) nunca llegué a saber de una manera clara si, realmente, «el modelo llegaba a todos» y en qué medida se implicaban. Pero gracias a las tecnologías, pude comprobar algunos resultados. Por ejemplo, utilizando SOCRATIVE, pude ver que mientras al principio del curso el porcentaje de alumnos que  habían leído el material propuesto, la presentación o visualizaron el vídeo, que habían preparado preguntas en el wiki (5-10), eran entre un 6 y un 12%.

Al finalizar el periodo lectivo el porcentaje de estudiantes que se habían leído el material propuesto, la presentación o visualizaron el video, habían preparado preguntas en el wiki (25-35) eran entre un 30 y un 44%.

Así que me cada día me iba preguntando qué es lo que funcionaba, lo que no , y ¿en qué me gustaría emplear más tiempode la clase con los alumnos? Entre otras cosas,  ir eliminado la parte más expositiva para suscitar actividades más cercanas al entorno de trabajo de mi alumnos como futuros maestros y que estimulasen procesos intelectuales en ellos orden superior. images2

Lo menos importante en el uso de la tecnología, es la propia tecnología

Frecuentemente en sesiones de formación con profesores surge inevitable el tema de la utilización de las TIC y de forma recurrente se realizan comentarios que reflejan actitudes diversas, las más de las veces fruto de apriorismos poco fundados.

  • A los que dicen que el empleo de la tecnología en la educación supone un proceso de «automatización» yo les diría exactamente lo contrario. El uso de la tecnología ha traído la posibilidad de una atención más individual (no diría personal con 80 estudiantes) en mis clases, dándome tiempo para conocerlos mejor.
  • A los que dicen que el empleo de la tecnología en la educación no supone esfuerzo, rigor y trabajo intelectual, les diría que es porque probablemente no han diseñado actividades que así lo impulsen…están pensando en términos de sustitución, no de transformación
  • A los que dicen que bastante utilizan las tecnologías nuestros jóvenes como para emplearlas también en el aula, les diría que no se trata simplemente de utilizarlas, sino de educarles para hacerlo adecuadamente.

Más allá de la mejora de las calificaciones y de los exámenes, la experiencia de aprendizaje diferenciado y personalizado que el FC potencialmente ofrece, me ha permitido crear un ambiente mucho más enriquecido en el aula, con más posibilidades para la interacción, la participación y con estudiantes más motivados por aprender. ¿Qué más puedo pedir?

Si ya lo dije antes, lo más importante de la tecnología no es ésta, sino el diseño de instrucción que empleemos.