Captura de pantalla 2014-08-14 a la(s) 09.38.35 Los cuatro pilares de la clase inversa explicados en un documento que resume el modelo titulado A review of flipped learning  son:

F: Flexible Environment: Un ambiente en el que podamos adaptarnos a los cambios que la lección requiera en cada momento, los espacios, profesores y clases rígidos no nos ayudan. El caos controlado es la clave, hay que aprender a convivir con él para favorecer que los alumnos vayan al ritmo que pueden. Aunque nos parezca que no todos los alumnos están trabajando, lo más probable es que no sea así. Pensemos en un alumno que se muestre pasivo en una clase tradicional. Ahora imagínalo en un grupo. ¿No ves más actividad? No sólo se aprende por el oído. Ten la seguridad de que algunos grupos te pedirán poder quedarse a terminar algo interesante un rato después de clase, aunque sea durante el recreo. ¿No es suficiente prueba de que estás acertando? Además, no sólo aprenden la materia, observa cómo las personas crecemos en otros sentidos cuando nos toca ayudar, ceder o llevar el control, trabajar en equipo.

L: A Shift in Learning Culture: El profesor no tiene el monopolio del conocimiento, eso es algo muy claro, pero sí puede ser un mago en ofrecer momentos para aprender. Los protagonistas son los alumnos, nuestro objetivo: que puedan decidir sobre su propio aprendizaje. Cuando programamos, lo hacemos para que todos nuestros alumnos consigan unos mínimos, pero por encima de eso hay mucho, se trata de programar para que todos puedan saltar todo lo alto que puedan. Para ello, podríamos iniciarnos en la realización de tres en raya u otros tableros de actividades relacionadas con los temas que nos toca trabajar. Un ejemplo de tic tac toe para Science sobre el sistema solar . Éste y otros ejemplos se pueden encontrar el el Wiki Dare to diferentiate. Este wiki es una gran fuente de ideas.

I: Intentional Content. Los profesores deciden qué conocimientos tienen que transmitir al alumno (vía vídeo, por ejemplo) y cuáles son los contenidos que los alumnos deberán explorar, en la forma que mejor se adapte a su forma de trabajar y con la que más allá lleguen, no sólo en conceptos sino también en procedimiento y fluidez. No olvidemos los niveles de conocimiento de la Taxonomía de Bloom. De nuevo hacemos referencia a esos tableros en los que podemos poner una serie de actividades de entre las que los alumnos eligen con un criterio que el profesor establece y que asegure que el estudiante pasa por las fases que el primero busca.

P: Professional Educators. Este modelo requiere buenos profesionales, que arriesguen y apuesten por el alumno. Lejos de sustituir al profesor por un vídeo, la figura de éste requiere mucho más nivel que el propio exponer una serie de ideas. De alguna forma, la explicación es la parte fácil, lo complicado viene después. Complicado e infinitamente más gratificante, por su acercamiento al alumno.

Tarea de verano para el profesor: siéntate y piensa actividades por niveles para los temas que más dominas. Luego decide cuáles de ellos consideras básicos y ponlos en la base (que sean «obligatorios») y añade por encima otros de entre los que el alumno pueda elegir para que sienta que aporta algo, que lo que hace es voluntario y de esa forma se involucre.