¿Quién puede empezar a darle la vuelta a su clase? Volviendo a hacer referencia a un artículo de Dan Spencer, Deb Wolf and Aaron Sams, Are You Ready to Flip? .
Los autores de este texto nos recuerdan que el profesor tiene que comenzar por tener en la cabeza qué espera de sus alumnos, sea cual sea el modelo que adopte para sus clases. Una vez decidido lo que tus alumnos deben y pueden conseguir, puedes comenzar a hacerte con material de calidad, y tenerlo disponible en cualquier lugar y momento. Así tus alumnos lo podrán utilizar cuando les convenga. Me gustó mucho un video en el que Aarón Sams cuenta cómo los alumnos pueden aprender en muchos sitios y de formas muy distintas, algo que todos sabemos pero que no siempre aprovechamos; el aprendizaje se puede dar en contextos inesperados y favorecer la asociación de ideas en momentos con los que no contamos pero que están ofreciéndonos un aprendizaje de gran calidad.
Continuando con el artículo, parece que lo ideal es que el material haya sido realizado por el profesor, pero no siempre es posible. En esos casos, revisa bien lo que eliges, que cumpla los objetivos que te has planteado.
Cuando ofreces el material de instrucción fuera de la clase, ¿Qué pasa con el tiempo que te sobra, el tiempo que dedicabas a explicar en clase? Es el momento de integrar los conocimientos en su contexto, es decir, que lo aprendido sirva realmente para algo, que enganche y produzca fruto. Para que sea así, estas actividades de clase tienen que servir para una mejor comprensión de lo que que has propuesto que tus alumnos aprendan,  tienen que fortalecer la conexión de los conceptos con la realidad que tus estudiantes viven, es decir, que sean aprendizajes significativos para ellos y les sirvan para la vida. Necesitas, además, que conecten con tus alumnos, que les suponga un reto, pero que lo puedan alcanzar.
Y eso ¿Qué supone? Supone que pues utilizar material que tus propios alumnos vayan creando, resolución de problemas, retos, proyectos, actividades que supongan investigación.
Al final del artículo, los autores explican cómo hacer uso del vídeo porque sí es absurdo. Si no es interesante utilizar un vídeo u otro recurso, no se utiliza.
¿Persigues estos objetivos? Te gusta que en tu clase haya «discusión», buscas que tus alumnos investiguen, profundicen, produzcan su material, aporten nuevas ideas, puedan elegir cómo aprenden, tratas de que aprendan a su  ritmo  buscando diferenciación y, además, buscas colaboras con otros profesionales que buscan lo mismo. Entonces…quizá te conviene «pasarte» a la clase inversa.