A diferencia de los métodos de enseñanza tradicionales, el aprendizaje móvil está centrado en el alumno, es asincrónico y ubicuo. Además, podemos establecer una diferencia añadida entre el vídeo lineal empleado el mismo método instructivo y el vídeo interactivo o enriquecido: aporta unas pautas de aprendizaje que se adecuan más a las necesidades y ritmos de cada estudiante e incorpora un elemento esencial: la motivación como punto en el efectividad en el aprendizaje. Varias investigaciones han concluido que los estudiantes que desarrollan aprendizajes online muestran una gran seguridad en su desarrollo (Dunlosky & Dawson, 2012), mientras que aquéllos que únicamente realizan pruebas escritas acaban obteniendo juicios irreales al final del proceso de aprendizaje (Szpunar, Jing & Schachter, 2014).

En este sentido, se distinguen tres características que destacan a los vídeos interactivos como una herramienta a tener en cuenta en los procesos didácticos:

  1. Los vídeos pueden aportarnos un feedback que nos mostrará la respuesta del alumno ante una tarea asignada. Esto es especialmente significativo cuando se alojan o comparten de un modo enriquecido, cuyas preguntas serán un referente o medidor a tener en cuenta para identificar los posibles errores de los estudiantes. Por lo tanto, dicha retroalimentación que nosotros recibimos como educadores, debe hacerse también en el sentido contrario; hacia los educandos, mediante explicaciones o aclaraciones que les permitan reflexionar sobre aquello que no se haya adquirido adecuadamente.
  2. Otro aspecto es la visualización que cubre tanto el proceso como la interpretación de la información. Son dos elementos que se trabajan conjuntamente, ya que se centran en el propio aprendiz y tienen un impacto directo en el tipo de aprendizaje que se va a llevar a cabo. Otro punto a destacar es que las representaciones visuales ofrecen numerosas ventajas a la hora de mostrar distintos tipos de información.
  3. Finalmente,  trabajar con vídeos en el aula requiere una progresiva implantación en cuanto a los contenidos que trabajaremos con ellos. Se propone una estructura de andamiaje que permita diseñar los contenidos de un modo escalonado y flexible para el estudiante con modelos como ABP, CBL (Case-based learning) o «learning by design»).

 

Fuente: «A research report: Odysseyware Instructional Design & Strategies». Arizona State University.