Para el reto de futuro: cambio metodológico en las aulas, tanto centros educativos, docentes, como padres, han de adquirir nuevas metodologías eficaces. Y con eficaz me refiero que se trasladen a las circunstancias de la vida del alumno, que le transformen y le ayude a madurar.

Para este reto, no nos podemos olvidar de la Neurodidáctica.
El objetivo de la Neurodidáctica es trabajar con todo el potencial de nuestro cerebro, sacarle el máximo partido al cerebro que está a nuestras órdenes. (Ana Forés. Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Licenciada en Pedagogía por la Universidad de Barcelona.)

Os transmito algunas conclusiones y aplicaciones al respecto:

1. El cerebro aprende emocionándose
Las emociones negativas inhiben el pensamiento y el aprendizaje. Por lo tanto, podemos decir que la afectividad debe ser el hilo conductor en cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje. Una clase magistral es una técnica neurológicamente hablando inadecuada en el proceso enseñanza-aprendizaje. Necesitamos ver y hacer para comprender.
Es fundamental que el docente programe aprendiendo a entrar en el mundo de los intereses del alumno, y enfocar los contenidos curriculares de su asignatura, hacia ese fin:

  • Construir canciones sobre el contenido de la asignatura.
  • Crear espacios nuevos en el aula, donde el alumno pueda hacer visible su pensamiento.
  • Localizar en el entorno del alumno los conceptos que queremos transmitir. (Tanto por ciento de alumnos que ven una serie, buscar adjetivos en anuncios de revistas…)

2. El cerebro aprende de otros y con otros

El cerebro es un órgano social y aprendemos gracias a otras personas y aprendemos con otras personas, por eso aprendemos en el trabajo, cuando yo me encuentro con un reto y puedo dialogar. Se aprende más con el debate que se genera que con el resto de compañeros. Algunos ejemplos pueden ser:

  • Realizar trabajo por proyectos, donde el alumno busque información, que le ayude a construir conclusiones, fuera del ámbito del aula.
  • Cambio de estructuras de la clase, equipos de 4 personas, que fomente el diálogo.
  • Fomentar la conquista conjunta en la solución a un problema.

3. El cerebro aprende haciendo

Hasta que no haces algo mil veces no aprendes a hacer algo. Para ser experto en un tema el alumno necesita dedicar tiempo al estudio y a la práctica. No aprendemos sólo habiendo escuchado a otras personas. Debemos plantearnos que en cada aula el alumno tenga conciencia de que gracias al esfuerzo dedicado al estudio de los contenidos ha sabido construir algo nuevo, o alcanzar un reto propuesto.

  • Crear espacios en el aula donde se fomente la reflexión de lo aprendido. (Retroalimentación)
  • Creatividad nace de la lectura, fomentar la creación de espacios nuevos, realidades nuevas, conceptos nuevos…tras la interiorizacion de lo leído.
  • Entrevistas a personas que en nuestro alrededor «cambien el mundo»

 

Mercedes Molina León
Psicopedagoga. Colegio Puertoblanco. Grupo Attendis. Algeciras.