He comentado varias veces que “escuchamos poco a nuestros alumnos” y que, en general, les damos poca visibilidad. Sigo pensando que en este sentido queda mucho camino por recorrer pues lo habitual es encontrar docentes que, por un lado, explican las bondades de tal o cual metodología, enfoque, proyecto, actividad, …y, por otro, nos dicen lo bien que trabajan y aprenden sus alumnos de esa manera. Pero ¿dónde están?

Por eso agradezco, y es un soplo de aire fresco, cuando salen alumnos hablando de lo que ha supuesto para ellos aprender de esa forma.

Y, sobre todo, echo en falta a los alumnos de aquellos que tantas pegas nos ponen y nos detractan en nuestra forma de trabajar.