Te asomas a la ventana y no ves a nadie. Tienes la sensación de que todo va a cambiar. De que todo va a a ser distinto. También la Escuela, la Educación y el Aprendizaje.

En el campo educativo, desde que comenzó el confinamiento y con él la llegada brusca e inesperada de la educación on line, nos hemos terminado de dar cuenta de dos cosas. La primera, la falta de competencia digital de la comunidad educativa. La segunda, que el sistema educativo no está preparado para un cambio tan grande y menos en tan poco tiempo, de la noche a la mañana. Y no será porque no lo hemos ido avisando desde hace mucho tiempo. Demasiado para un avance tan reducido.

¿Cómo afrontamos, desde el punto de vista educativo, este cambio tan radical que se nos ha venido encima? En general, creo que con muchas dudas por lo extraño y nuevo de la situación y por la indefinición sobre lo que pueda pasar. Pero también, al menos particularmente y por lo que conozco del claustro virtual y aunque resulte paradójico, con mucha seguridad porque muchos ya hacíamos algo parecido, porque utilizar el modelo flipped te permite no sólo desarrollar metodologías activas, sino también desarrollar la competencia digital del alumnado y estar más habituado a un modelo que se acerca mucho al blended learning por lo que estamos mucho más próximos al modelo de enseñanza on line. De hecho, os voy a contar una pequeña anécdota que ilustra esto que estoy diciendo y es que una compañera el último día de clase me comentó por los pasillos «tu estás más preparado para todo este lío». Sintomático.

Pero, el caso es que con más o menos dudas o con más o menos hábito de trabajo en red, nos situamos ante una nueva realidad educativa. Estamos ensayando el futuro educativo, probando nuevas fórmulas. Por lo tanto, sí, y contesto a la pregunta del título: estamos creando el futuro educativo.

Y ese futuro pasa por un desarrollo de la competencia digital. Una competencia, considerada de segunda categoría por muchas familias, alumnos, docentes y administraciones pero que se está demostrando vital para el aprendizaje. Un aprendizaje que se ha demostrado definitivamente como digital y que nadie creo que se atreva a negarlo después de esta crisis.

Pasa, también, por el uso de metodologías activas (os dejo enlaces de actividades que hemos estado haciendo estos días en las clases on line) que permitan:

  • Plantear tareas más colaborativas de síntesis, debate o creación y menos tareas mecánicas, tradicionales y sólo individuales (del estilo lee tal página del libro y realiza las actividades x, por ejemplo)
  • Diseñar actividades más personalizadas siguiendo el diseño universal de aprendizaje (DUA)
  • Proponer la creación de productos colaborativos e individuales (audios, vídeos, infografías, documentos, presentaciones, murales digitales, etc.)
  • Plantear retos virtuales
  • Diseñar actividades de debate y discusión de temas de actualidad
  • Elaborar actividades para sus compañeros: kahoots, infografías, audios, retos virtuales, formularios, vídeos, explicaciones, etc.
  • Dar a conocer y experimentar con herramientas y aplicaciones que faciliten todo lo anterior.
  • Ofrecer clases en directo

Porque aunque nos estamos dando cuenta de la necesidad de la tecnología, de la importancia de lo digital, lo más importante para ese nuevo futuro que estamos creando es el cambio metodológico. Enfocar el aprendizaje desde una perspectiva competencial y activa nos asegurará que momentos como este, de incertidumbre y de falta de habilidades digitales, no vuelvan a ocurrir y, en vez de no saber qué hacer ni cómo, sólo tengamos que adaptarnos a la situación que aparezca para no tener que hacer un esfuerzo tan descomunal como se está realizando estos días

Y pasa por crear (en algunos casos) o desarrollar las condiciones que permiten todo lo anterior, porque la brecha digital, la falta de inclusión son dos agujeros negros del sistema educativo que se agravan mucho más en estos momentos de dificultades. Y crear o desarrollar condiciones no es sólo dar más recursos, es posibilitar el uso de los que se tiene, flexibilizar préstamos de dispositivos, asegurar el acceso a la red de las familias que no se lo puedan permitir y, sobre todo, tener claro que el aprendizaje del futuro, y estamos viendo que del presente (y algunos vimos que también el de un pasado no muy lejano) es un aprendizaje digital y móvil donde los dispositivos juegan un papel básico, por mucho que los quieran demonizar, (y a muchos que lo hacían les está salvando el pellejo, literalmente) y han demostrado ser el instrumento básico del trabajo del alumnado.

En definitiva, nos enfrentamos a un reto doble: intentar ayudar a nuestro alumnado para que aprenda lo más posible mientras duren estas circunstancias tan extrañas y crear el futuro de la Escuela después de la epidemia. Un futuro digital, basado en el uso de las metodologías activas y el desarrollo de las competencias. Antes podía haber dudas. Ya no las hay. El futuro está aquí y lo estamos creando nosotros.

Os dejo también una infografía que resume la entrada

Salud!!!

Manuel Jesús Fernández Naranjo

Fundación BIAS y Escuela de Competencia Digital ha preparado un gran número de recursos para facilitar tus clases por el Covid 19: accede a través  del  proyecto #aulasabiertas  https://escuelacompetenciadigital.com/recursos/ Teresa Berdié Osuna. Departamento de Comunicación www.fundacionbias.org