La profusión de apps puede llegar a ser un problema cuando pretendemos implementar un entorno personalizado de aprendizaje para un alumno. Es frecuente que el uso de apps acabe convirtiéndose en un sinsentido, falto de estructura; y, de paso, que para el docente la búsqueda incesante de apps acabe haciéndole perder el horizonte de un trabajo sistemático e intencional (de fin a medio).

Para evitarlo, solo hay un remedio, una posible metodología de trabajo:

  • Análisis del perfil de las necesidades educativas educativas específicas del alumno (por ejemplo, entorno comunicativo…).
  • Categorización de las necesidades de refuerzo cognitivo, comunicativo, etc., así como las herramientas necesarias para cada uno de los procesos básicos (incluyendo, en su caso, el control parental).
  • Búsqueda de las apps adecuadas para cada uno de esos campos. Necesariamente debemos acotar las empleadas (me atrevería a añadir, las imprescindibles en cada categoría)
  • Establecimiento de secuencia de uso, e incluso calendarización de su introducción y fijación de rutinas de trabajo.
  • Planificación de evaluación, seguimiento y modificación de la adaptación.

El siguiente es un listado de apps para iOS gratuitas (o con una versión gratuita de prueba), categorizando algunas de las necesidades de apoyo más frecuentes (especialmente para niños de 4-12 años con problemas cognitivos, relacionales -reconocimiento de emociones- y conductuales -disrupción y carencia de un lenguaje autodirigido funcional-. Es solo una modelización de dicha metodología de análisis.