Hoy día los dispositivos tecnológicos nos permite realizar muchas cosas, ¿quién no tiene un dispositivo para su uso personal o para utilizarlo en el trabajo? La tecnología ha llegado también al mundo de la educación, pero muchas veces cuando pensamos en tecnología aplicada al ámbito educativo pensamos en dispositivos, pero no, no sólo son dispositivos lo que se puede utilizar sino también aplicaciones, por ejemplo.
Una de las preguntas más frecuentes que nos podemos escuchar de profesores es “¿Cómo puedo implementar efectivamente herramientas digitales en mi clase cuando no las entiendo por completo?
En este sentido, la tecnología no debe verse como un fin del aprendizaje, sino como un medio que nos puede conducir hacia él. Nuestro rol docente es ahora mucho más importante que nunca ya que debemos armarnos de diversas destrezas o habilidades que van más allá del dominio del contenido. Hablamos, pues, de añadir o enriquecer nuestra praxis con, por un lado, una selección de enfoques y metodologías didácticas con las que podamos dar respuesta a las exigencias de nuestro currículo para contextualizar los contenidos que nuestro alumnado adquiera. Más allá de ello, deben saber qué hacer con lo que han aprendido. Hablamos, por lo tanto, de que el rol de nuestros estudiantes también ha cambiado por ello: se convertirán en creadores de contenidos de sus propios aprendizajes.
En el entorno Google hay una plataforma “G. Suite for Education” que nos permite realizar muchas cosas, Documentos de Google, Hojas de Cálculo… y aquí es donde entra en acción Google Classroom, un entorno que nos permite trabajar con los alumnos, de forma colaborativa, que puedan participar…
Es un entorno seguro, colaborativo, comunicativo y que fomenta el espíritu crítico de nuestros estudiantes. Gracias a ello, el modo en el que los docentes presentan los contenidos tiene un elemento muy positivo para el alumnado: pueden ser capaces de trabajar sus tareas tanto individual como grupalmente al mismo tiempo que favorece la personalización y, por ende, atender más concretamente a aquellos que necesiten un ritmo de aprendizaje distinto. Google Classroom es el canal o medio por el que docentes y estudiantes ofrecen y reciben propuestas de aprendizaje motivadoras, enriquecedoras y competenciales dándoles la oportunidad a los aprendices por vez primera de escalar en los procesos cognitivos adecuados con el objetivo de conseguir aprendizajes tanto contextualizados como significativos.
El libro “50 Cosas que Puedes Hacer con GC” es muy interesante para ver los enfoques que nos puede permitir GC, no lo hemos de entender como un mero tutorial sino cómo pensar y repensar nuestras prácticas educativas, siendo ello posible gracias a una comunicación fluida y privada con nuestros estudiantes. Con este libro, Alice Keeler y Libbi Miller hacen un recorrido directo y real sobre el potencial que Google Classroom puede ofrecer no solo al profesorado, sino además a los estudiantes haciendo posible que construyamos relaciones y aprendizajes mucho más allá de las cuatro paredes del aula.
Hay que felicitar a las autoras por compartir sus experiencias educativas y por poner negro sobre blanco a una herramienta tan interesante como GC.
Y para los profesores, GC nos puede ayudar a hacer más fácil y llevadera una clase, ya sea en formato presencial o semipresencial, ya sea en aprendizaje digital o para alumnos con una competencia digital baja.
Este libro nos puede ayudar a sacar el máximo provecho de esta valiosa herramienta gratuita, que es GC; y quizás lo más importante, ayudar a los profesores a personalizar las experiencias de aprendizaje y trabajar colaborativamente. Ha sido todo un reto profesional para nosotros poder traducir este manual al castellano con la idea de poder acercar Google Classroom a un número mayor de docentes con el propósito de que puedan enriquecer, por un lado, sus propuestas de aula y, por otro, enriquecerse profesionalmente con nuevas destrezas adquiridas.
Esperamos que así sea.
En este enlace se irán colgando más recursos sobre GC.
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