Es difícil cambiar para mejor si no hay un acuerdo sobre el resultado que deseamos obtener. Desear que los estudiantes estén «listos para la universidad»  ( o para el mundo profesional) puede llevarnos a un alto grado de interpretaciones erróneas y malentendidos.

Peter Senge (2006) acuñó el término «modelo mental» para describir nuestros supuestos profundamente arraigados, generalizaciones , imágenes, e imágenes que influyen en cómo damos sentido al mundo que nos rodea. Normalmente enmarcamos nuestras opiniones sobre la educación en nuestras propias creencias acerca de lo que debe ser una «buena educación». Estos » modelos mentales» se basan principalmente en nuestras propias experiencias personales y la observación de las prácticas educativas. Sin embargo, la dificultad para conceptualizar en qué debe basarse el aprendizaje del siglo XXI es que requiere un profundo conocimiento en el resultado estudiante que es desconocido para nuestra propia experiencia profesional e incluso vital.

Muchos líderes educativos están condicionados culturalmente a la hora de provocar una transformación a través de las habilidades de emulación y aprendizaje del siglo XXI. La Educación del siglo XXI es un proceso continuo que implica un aprendizaje auténtico y una integración orgánica de los conjuntos de habilidades modernas ,  que no se puede copiar o emular . Aquellas personas que necesitan ejemplos de la vida real de la que copiar  encontrarán casi imposible eludir la comprensión global necesaria de la filosofía y razón de ser que impulsa las prácticas educativas del siglo XXI .

Habilidades y destrezas necesarias para el Siglo XXI

La Educación del siglo XXI debe incorporar habilidades sociales que serán necesarias para ayudar a nuestros niños a sobrevivir una economía que aún tiene que ocurrir y desarrollar un trabajo con el conocimiento que requiere los más altos niveles de la capacidad cognitiva. 

El Sistema Educativo de hoy simplemente no alcanza el nivel en la preparación de los niños para pensar críticamente, de forma independiente, y en un alto nivel. En lugar de ello, nos hemos convertido en una industria masiva de pruebas de preparación que se evalúa por lo bien que los estudiantes memorizan temporalmente determinada información inconexa .

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Hagámonos las siguientes preguntas :

  • ¿Pueden nuestros estudiantes salir de la escuela obligatoria y llegar a ser ingenieros en tecnología digital ? ¿Pueden programar una nueva aplicación para el iPad ? 
  • Cada vez mas, un mayor porcentaje de personas están trabajando desde dispositivos móviles en lugar esde puestos fijos. ¿Qué tipo de personas son suficientemente  responsables para trabajar sin supervisión directa? ¿Quién puede ser considerado responsable de la generación de conocimiento mediante un trabajo a distancia que tenga la suficiente calidad para competir en un mercado global?
  • ¿Tendrán nuestros estudiantes las destrezas de comunicación, colaboración, creatividad , y las habilidades de pensamiento crítico necesarias para integrar las tendencias mundiales en su trabajo de una manera que puedan ofrecer algo novedoso y mejorar el mundo de alguna manera?

El aprendizaje del siglo XXI tiene que ver con el compromiso, de los estudiantes y el nuestro como profesionales de la educación.

(*) Adaptado y resumido de Teachthought