Esta es una entrada traducida y adaptada de esta fuente original y está escrita por Jon Bergman

La enseñanza versa fundamentalmente sobre  interacciones humanas y por eso no puede ser sustituida por la tecnología.

«En cierta ocasión, fui preguntado por un grupo de representantes estatales de educación si el aula inversa les permitiría contratar a menos profesores. Teniendo en cuenta que prácticamente todo el conocimiento de cualquier materia puede ser localizado en internet, ¿donde reside  el valor de los profesores?.

Cuando escuché esta pregunta, me alteré. Habían perdido completamente el espíritu del flipped classroom. Tenían la idea equivocada de que la enseñanza es puramente la transmisión de información de una persona (el profesor ) a otro (el estudiante). teacher_role_in_flipped_classroom

Afortunadamente, tuve la oportunidad de explicar cómo los profesores son de hecho más valiosos cuando están implicados en un proceso de aprendizaje bajo el enfoque FC. Si lo único que hicieran los profesores fuera «distribuir contenido», entonces, tal vez, los legisladores podrían llegar a tener razón. Pero creo que los estudiantes necesitan profesores físicamente en sus aulas. Esto se debe a que los seres humanos son, en su conjunto, seres relacionales. Y la enseñanza es una interacción social entre el profesor y los alumnos y entre ellos mismos. Nuestros estudiantes nos necesitan más de lo que necesitan de un video hecho por alguien que probablemente no conocen para enseñarles algo que ellos pueden o no pueden querer aprender. La enseñanza es fundamentalmente acerca de las interacciones humanas y no puede ser reemplazado por la tecnología.

La razón por la que el Flipped Learning hace que los profesores sean más valiosos es que cambia la dinámica de la clase. Ya no es la entrega de contenido el foco de la clase, ni es la principal responsabilidad del profesor la difusión del conocimiento. Al contrario, los maestros asumen el papel de un facilitador del aprendizaje. Ellos son capaces de trabajar con los estudiantes en grupos pequeños y tienen más interacciones uno -a-uno. El simple acto de la eliminación de la instrucción directa (conferencia) de todo el grupo cambia la dinámica del aula y posibilita al profesor  personalizar e individualizar el aprendizaje de cada estudiante. Cada estudiante puede recibir su «propio itinerario», que se adapte a sus necesidades. En lugar de «una talla única para toda el grupo», cada alumno recibe justo lo que necesita cuando lo necesita.