Acabo de «toparme» con un artículo en que se deja caer la posibilidad de darle la vuelta también a las tutorías con las familias y es que cada trimestre, los padres acuden a las aulas para obtener una valoración del rendimiento de sus hijos con los tutores de cada grupo. Ahí se destacan las fortalezas, los logros, los retos, los planes de futuro… Pero también se comentan las necesidades varias que se han detectado en los alumnos y cómo se ha tratado y trabajado en cada uno de los estudiantes. Como resumen podemos concretarlo en estos puntos que pueden ilustrar el perfil de esas tutorías:

1. A las familias se les ofrecen demasiados datos que el tutor no puede detallar o explicar.

2. Los profesores hablan de las fortalezas y debilidades extraídas de la observación diaria del alumno.

3. Las familias realizan preguntas y los profesores intentan responderlas.

4. Las familias de alumnos con más dificultades reciben consejos sobre cómo sus hijos pueden trabajar mejor. Las familias de los buenos estudiantes son halagadas y la información es escasa.

5. En ocasiones son varios los profesores que están presentes en el aula junto con las familias.

6. A veces, los padres acaban con una sensación de insatisfacción por la poca calidad de la información.

 

¿Y si hubiera un método más eficiente para estas reuniones? ¿Y si las familias no tuvieran que asistir a ellas?

A continuación, se nos sugieren algunos consejos para darle la vuelta a las tutorías. Y ellos son:

1. Unos días antes de la tutoría, debemos hacerles ver a los alumnos su progreso y también sus necesidades, usando distintos métodos de medida.

2. Anima a los alumnos a que compartan sus progresos con sus padres.

3. Pide a las familias y a los alumnos que elaboren una serie de preguntas o temas de los que hablar previa a cita tutorial. Deben entregarla al tutor una semana antes de la reunión.

4. Para ese momento, prepara respuestas de calidad y relevantes, así como ofrecer información objetiva y veraz que dé calidad a tu intervención.

5. Hazles ver tanto a las familias como a los alumnos que deseas tener esa reunión, enseñándoles tu agenda y cómo has preparado el encuentro.

6. Si tienes poco tiempo, deja claro qué puntos tratarás personalmente y cuáles de ellos mediante correo electrónico, llamada telefónica o en otra cita.

Es cierto que en todos estos puntos hay una pizca de locura. Aún así, estoy de acuerdo con ellos ya que comenzaríamos con buen pie para dar mayor calidad a las reuniones con las familias y, por otro lado, usar las nuevas tecnologías para que sean más eficaces, implantándolas poco a poco.

 

Fuente6 ways to flip your parent-teacher conferences