¿Te has parado a pensar en el poder que tiene un dibujo simple, casi un garabato, para explicar una idea compleja? ¿Y si le añadimos algún texto, breve, sencillo, esquemático? Una agenda, por ejemplo, en la que representamos los días mediante rectángulos. O la expresión de la duda a través de un signo de interrogación sobre un dibujo sencillo de una cabeza humana. El término ‘pensamiento visual’ se refiere a este tipo de formatos multimodales – mezcla de imágenes y texto, de los que apenas valoramos su utilidad precisamente porque nos hemos acostumbrado a convivir con ellos.

Durante la última década ha habido un interés creciente en el uso de técnicas de pensamiento visual dentro del mundo empresarial, periodístico y más recientemente se está extendiendo a otros ámbitos como el ámbito educativo. La metodología del pensamiento visual, basada en la relación entre la cognición y la percepción visual, integra una serie de elementos como el lenguaje escrito, a través de la escritura manual y la tipografía; formas visuales simples, como puntos, líneas, círculos, o flechas; y gráficos de diferente índole, como por ejemplo las líneas del tiempo; para conseguir diferentes objetivos, que van desde hacer más accesibles las ideas complejas, hasta apoyar y generar pensamiento profundo en resolución de tareas, o resumir ideas principales, entre otros. Garbiñe Larralde, profesora de bachillerato y coordinadora TIC en el Colegio Jesús María de Bilbao y formadora de profesorado, resume en 10 los beneficios de esta metodología:

Estos objetivos o beneficios se consiguen a través de una amplia variedad de técnicas como graphic recording (un especialista plasma visualmente una sesión), graphic facilitation (un especialista ayuda mediante herramientas visuales a la comprensión y desarrollo de ideas), visual storytelling, sketchnoting u otras prácticas que incluyen el modelado con plastilina o el uso de post-its or flashcards, entre otros. El resultado de estas técnicas puede coincidir con uno, varios o una mezcla de los siguientes formatos o géneros: mapas conceptuales, infografías, sketchnotes, visual journals, storymaps, entre otros. Estos géneros van desde diseños más técnicos y precisos a diseños más creativos y artísticos.

Desde el momento en que las técnicas de pensamiento visual persiguen los objetivos arriba expuestos debemos tenerlas muy en cuenta en el desarrollo de la clase inversa. El pensamiento visual se convierte en un aliado imprescindible tanto en el desarrollo o selección de materiales para el trabajo en casa como para el trabajo realizado en clase. Así, mientras que en el trabajo en casa las técnicas de pensamiento visual permiten introducir contenidos de manera visual, haciendo explícitas las relaciones entre diferentes ideas, desvelando lo que queda oculto en la linealidad del lenguaje y mostrándolo de una manera más natural y accesible, en el trabajo en clase puede contribuir, por ejemplo, en la producción de ideas para la resolución de una tarea basada en habilidades cognitivas de orden superior.

Como seguramente os habrá picado el gusanillo, en próximas entradas os contaré un poquito más sobre el pensamiento visual, de referencias útiles, de herramientas para llevarlo a cabo sin despeinarse, y me detendré a explicar alguna de las técnicas que aquí os he adelantado. De aperitivo, os dejo tres vídeos introductorios sobre esta metodología con el fin de que reflexionéis sobre ella y sobre cómo hacéis, o no, uso del pensamiento visual en vuestras clases. Ahí van:

Los dibujos liberan nuestro cerebro de bla, bla blas de Rafa Vivas, ilustrador, profesor, formador y director de Visualizamos:

Fernando de Pablo, facilitador gráfico y creativo en Dibujario y coautor junto a Miren Lasa de Dibújalo, libro introductorio al visual thinking:

Vídeo sobre elementos básicos en visual thinking de Dave Gray, uno de los especialistas más reconocidos en pensamiento visual y fundador de Xplane:

Dave Gray's Visual thinking basics